RP.- ¿Cuál es la situación actual de los docentes en la provincia de Buenos Aires?

Creo que los docentes estamos indignados. Estamos en mayo con el salario congelado y esto no se resuelve con adelantos a cuenta que llegan a cuentagotas cuando el gobierno tiene ganas. 

Acá necesitamos saber cuánto vamos a cobrar mes a mes, porque los docentes tenemos que afrontar los aumentos de alquileres, tarifas, precios en el supermercado; y realmente seguimos con los salarios congelados desde agosto de 2016.

Recordemos: Un preceptor gana 3.855 pesos de salario básico y 8.900 de bolsillo; un maestro de grado 4.240 de básico y 9.800 de bolsillo. Es un escándalo, y esto no se resuelve ni se compensa con adelantos. 

En los hechos recibimos dos adelantos, uno en marzo y otro ahora en mayo. Realmente así no llegamos a fin de mes y el gobierno estira porque por un lado nos quiere cansar -a fuerza de salarios congelados quiere lograr que la docencia diga 'firmemos lo que sea, pero firmemos algo'- y por otro lado porque sabe que enfrente tiene direcciones sindicales completamente complacientes.

Cada vez que el gobierno dice que convoca a un cuarto intermedio y se toma dos semanas, durante esas dos semanas no va a ocurrir nada. Nosotros planteamos la necesidad de terminar con este estado de las cosas, y que realmente una nueva dirección en el Suteba tome la construcción de la segunda parte del conflicto para elevarlo a un puerto, que es lo que los docentes necesitan.

Un puerto donde se discuta el salario básico, que hoy está en esas cifras misérrimas, donde se discuta la defensa de nuestras condiciones laborales, de las jubilaciones, y terminar con el cuadro que pretende el gobierno de hacer funcionar la educación pública con la reducción presupuestaria.

RP.- ¿A qué se refiere particularmente?

El gobierno de María Eugenia Vidal redujo un 3,2 por ciento el presupuesto educativo provincial. El gobierno nacional congela las partidas, tanto la de incentivo docente como la ejecución de la parte del presupuesto nacional que corresponde a infraestructura escolar; nosotros lo definimos como una emergencia edilicia.

También el gobierno pretende que sigamos funcionando sin nombrar los cargos docentes faltantes, y a eso le sumamos los salarios congelados. Así no pueden pretender una educación que funcione plenamente, porque es el gobierno el que se ocupa de que el sistema educativo entre en crisis semana a semana.

RP.- Pronosticaban un arreglo para esta fecha, antes de las elecciones en el gremio...

El arreglo no lo pudo firmar la conducción de Baradel porque si firma algo con lo que se pueda poner de acuerdo con el gobierno -que va a ser muy bajo- claramente lo va a afectar para la elección. 

Por lo tanto, todo indica que se han guardado la posibilidad de un acuerdo para la post-elección. La forma de alterar eso es que efectivamente los compañeros voten a la Multicolor y tengamos una nueva dirección. 

Es claro que Vidal y Baradel están en una tregua; Vidal no lo ataca más y él acató el fallo judicial de 30 días sin hacer huelga, lo reconoció en un reportaje este mismo domingo, cuando los docentes hemos resuelto otra cosa. Nuestro propio plenario de secretarios generales votó otra cosa. Es realmente una situación terrible donde tenemos dirigentes sindicales que resuelven cosas dañinas para los docentes a espaldas de los docentes. 

RP.- ¿Qué expectativas tiene de la elección de mañana?

Vengo recorriendo la provincia junto al resto de los candidatos, me acompañan Enrique Gandolfo y Lidia Braceras como candidatos a secretarios adjuntos, Alfredo Cáceres como candidato a secretario gremial. Realmente estamos recorriendo los distritos del Conurbano pero también el interior, y la adhesión a la Multicolor es impresionante en toda la provincia. 

La Multicolor ha superado largamente la idea que algunos pueden tener de que es un fenómeno del Conurbano o los núcleos urbanos donde hay muchos activistas, sino que en toda la provincia dice que es hora de una nueva dirección que realmente nos represente, que funcione democratizando la vida del sindicato. De una dirección que actúe defendiendo los derechos de los docentes y no como parte de los propios atropellos patronales.