El transporte funcionó con normalidad, aunque se registraron algunas agresiones, y los comercios abrieron sus puertas durante la jornada de huelga convocada por Moyano y Barrionuevo.
En la ciudad de Rosario la medida fuerza de lanzada por los gremios opositores al Gobierno Nacional tuvo un acatamiento dispar, y hasta se podría conjeturar que pasó prácticamente desapercibido. Los gremios que no adhirieron fueron los choferes de colectivos (ver aparte), ni los peones de taxis, por lo que la circulación fluyó con normalidad. Los empleados de comercio, los municipales, los docentes de colegios privados y escuelas técnicas, al igual que los empleados judiciales del fuero provincial y los de Smata (mecánicos), tampoco se sumaron a la medida de fuerza. Quienes sí lo hicieron fueron los empleados del cine, los docentes de escuelas públicas, los recolectores de residuos y los trabajadores gastronómicos del sindicato de Luis Barrionuevo.
En las primeras horas de ayer se registraron algunos piquetes en Circunvalación y Sorrento pero pasado el mediodía decidieron levantarlos. Sin embargo, el dirigente Gustavo Teres, de la CTA y Amsafé Rosario, se animó a calificar la medida como “exitosa”. Una observación que al menos pareció apresurada con el panorama en cantidad de gente que se observó en los piquetes.
Agresiones y amenazas
La Unión Tranviaria Automotor (UTA) que no se adhirió al paro general lanzado por la CGT de Hugo Moyano, informó que un chofer sufrió una agresión en la madrugada de ayer. El incidente se produjo en un piquete camino a San Lorenzo, cuando un chofer de la línea 35/9 intentó pasar por allí.
Por otra parte, la esposa de un conductor también de la línea 35/9 dijo en declaraciones radiales que su esposo fue amenazado de muerte por un grupo de individuos que lo interceptó cuando manejaba una unidad de la empresa. También le advirtieron que podrían incendiar el coche.
También trascendió que hubo amenazas a un chofer de la línea 135 de la Semtur y se informó que un piquete amenazó y obligó a desandar su recorrido a un conductor de la línea 121 de la empresa Mixta.
Además, desde la empresa Rosario Bus dijeron que varios choferes tuvieron problemas en la zona de San Lorenzo, donde los piquetes impidieron el paso de las unidades, profiriendo amenazas a los conductores.
Por último, en declaraciones radiales, Manuel Cornejo, secretario general del gremio, amenazó en horas de la mañana de ayer que si continuaban los hechos violentos se podría dejar de prestar el servicio. Pero hasta el cierre de esta edición el gremio no había tomado decisión alguna y el transporte funcionaba con normalidad.
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