El sindicato lácteo, Atilra, anunció "medidas inminentes y sorpresivas" con "cese de actividades" en toda la industria a nivel nacional. Denunció incumplimientos de SanCor en los acuerdos que habían alcanzado para descomprimir el conflicto
El conflicto de SanCor vuelve a entrar en ebullición. Este viernes, la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) anunció medidas de fuerza "de manera inminente y sorpresiva con un cese de actividades dentro de todo el arco de la industria lechera de nuestro país".
El detonante, denunció el sindicato, fue un nuevo incumplimiento de SanCor dentro del acuerdo que, en el marco de la crisis financiera que atraviesa, la cooperativa había alcanzado con el gremio y que, en las últimas semanas, había puesto una tregua al conflicto entre Atilra y la láctea.
"Pese a las múltiples denuncias realizadas y promesas de pago incumplidas, que incluyeron la oferta firmada por sus autoridades y aceptadas por las y los trabajadores, SanCor continúa adeudando salarios y cuotas sindicales de obra social, mutual y fiscales de sus empleados", denunció Atilra, en un comunicado que reprodujo el sitio Data Gremial.
"Ello, sumado al hecho de que se niega a suministrar ocupación efectiva al personal que se encuentra a disposición, habiendo sustraído el flujo de caja ciario colocándolo fuera de la órbita de la empresa mediante una manera detectada y denunciada oportunamente por los delegados, que tiene como pantalla la forma de un fideicomiso de administración financiera", agregó.
"Por tal motivo y sin perjuicio de las acciones judiciales individuales y/o colectivas iniciadas y/o a iniciarse, se han dispuesto medidas de acción sindical que afectarán a todo el arco nacional de la industria lechera", anunció.
SanCor y Atilra estaban en tregua desde el 28 de junio, cuando se produjo una audiencia de conciliación en la Secretaría de Trabajo de la Nación.
El presente de la láctea santafesina
Actualmente, la empresa láctea con base en Sunchales, Santa Fe, está en búsqueda de un socio estratégico que logre garantizar su producción, ya que la situación financiera de la cooperativa está al límite.
Fuentes con conocimiento del caso aseguran que el directorio mantiene charlas con entidades privadas para generar alianzas estratégicas y aprovechar el potencial de sus marcas. Sin embargo, reconocen que el principal foco está puesto en evitar bloqueos y mantener sus plantas activas, dado el historial conflictivo con el gremio lácteo (Atilra).
A fines de noviembre de 2023, cuando se cayó el fideicomiso que había propuesto un grupo de empresarios -implicaba una inyección de u$s 60 millones-, los directivos de SanCor comenzaron a buscar opciones que saquen a la cooperativa de la crisis.
"Desde sociedades independientes en cada planta, dividir las unidades de productos - es decir por marca- con un socio diferente en cada una de ellas o armar un nuevo fideicomiso de cero", son las opciones que manejan fuentes cercanas a la láctea.
En ese entonces, Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond y José Urtubey, hermano del ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y accionista de Celulosa Argentina, pretendían hacerse cargo de la administración de SanCor, con el apoyo del Gobierno de Alberto Fernández y Atilra, pero finalmente se hicieron a un costado.
"De armarse un nuevo fideicomiso, es necesario una inyección de u$s 200 millones para volver a poner a SanCor de pie", dijo una fuente allegada al fideicomiso fallido.
La cooperativa tiene una deuda que asciende a más de u$s 379 millones, entre sus números rojos impositivos y sus deudas financieras, como, por ejemplo, la ayuda que recibió por parte del Estado.
El conflicto gremial en SanCor
En octubre de 2023, la compañía tuvo frenadas, por más de dos meses, sus seis plantas productivas por una medida gremial de Atilra. En ese entonces, los trabajadores agrupados en el sindicato iniciaron medidas de fuerza denunciando que la compañía "no cumple, hace años, con las disposiciones salariales y los aportes y contribuciones a su cargo".
Estas medidas de fuerza, que se extendieron por 65 días, finalizaron con una conciliación obligatoria que dictaminó el Ministerio de Trabajo en diciembre de 2023. A partir de ese entonces, la compañía logró retomar casi el 100% de su producción, con excepción de la planta de Sunchales, una de las plantas más importantes de la cooperativa ya que allí se produce dulce de leche y leches larga vida, chocolatadas e infantiles.
SanCor llegó a procesar más de 3 millones de litros diarios, pero luego, en medio de una crisis y posterior reestructuración, perdió relevancia. De 14 plantas industriales que tuvo, se quedó con seis. Una de ellas cerró definitivamente sus puertas en noviembre de 2023.
Ahora, SanCor posee una planta en Gálvez, Santa Fe, encargada de madurar y procesar quesos, otra en La Carlota, Córdoba, dedicada a los quesos duros y de rallar. Las restantes se ubica en Devoto, Balnearia y Sunchales (actualmente inactiva), donde se fabrican quesos, mantecas y cremas.
Hasta octubre del año pasado, procesaba unos 500.000 a 550.000 litros diarios, números que se desplomaron en el último bimestre de 2023. De hecho, la cooperativa calcula que en el último bimestre de 2023 se perdieron, por lo menos, $ 4500 millones por el parate, durante 65 días, que sufrieron sus cinco plantas productivas.
Hoy, la cooperativa tiene seis unidades de negocios: cremas, dulce de leche, leches, fórmulas infantiles, mantecas y quesos. Esta última la más importante ya que concentra la mayor cantidad de productos y marcas de la cooperativa.
Entre sus etiquetas más emblemáticas se destacan: Mendicrim y Tholem (entre los quesos untables), Quesabores (quesos en hebras) y SanCor bebé en la categoría de fórmulas infantiles.
El mes pasado, SanCor incumplió el pago de un crédito de u$s 5 millones. En consecuencia, el acreedor, el fondo IIG Structured Trade Finance Fund, lanzó el remate de 6800 kilos de queso que la empresa había puesto como garantía de ese préstamo.
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