La CGT da señales de unidad en un acto de homenaje a Perón y vuelve a la carga para rechazar el impuesto a las ganancias

La CGT da señales de unidad en un acto de homenaje a Perón y vuelve a la carga para rechazar el impuesto a las ganancias

En medio de versiones de ruptura, el triunvirato de mando estuvo en el acto de Kicillof y participará de una celebración en la sede de la central obrera

 

En medio de versiones de ruptura después de las manifestaciones en contra de la Ley Bases, la CGT dio una señal de unidad con la presencia de su triunvirato de mando en la primera fila del acto que encabezó Axel Kicillof en San Vicente por el 50° aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón. De esta manera, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano buscaron despejar las dudas sobre una fractura y habilitaron a la Juventud Sindical a montar un acto propio en el salón Felipe Vallese.

En el encuentro sindical, que se hará esta tarde en Azopardo al 800 y que es organizado por Sebastián Maturano, participarán miembros del consejo directivo de la CGT. Además de la evocaciones a Perón, los gremialistas volverán a expresar su rechazo por la reversión del impuesto a las ganancias que se aprobó la semana pasada en el Congreso.

La CGT evalúa “tres probables escenarios: dos de presentaciones colectivas -vía la propia central o por cada gremio- y una individual, a cargo de cada trabajador afectado”. La estrategia, afirmaron a LA NACION desde la central obrera, se definirá “con cautela” en los próximos días. A través de un comunicado, la central obrera rechazó la vuelta del impuesto que pesa sobre los salarios.

“La baja del mínimo no imponible del mal llamado Impuesto a las Ganancias afectará al castigado bolsillo de más de 800 mil trabajadores. La reciente sanción de la Ley Bases, que estableció como piso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias la suma de $ 1.800.000 para los trabajadores solteros y de $ 2.200.000 para los casados con hijos, representa un duro golpe a los ya deprimidos ingresos de los trabajadores. Esta situación que agravará aún más la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, ya golpeados por la imposibilidad de equiparar los índices de inflación acumulada, propicia un escenario donde los trabajadores van a percibir menos ingresos de los que reciben en la actualidad, potenciando los índices de pobreza, en un marco de creciente recesión y desempleo”, planteó la central obrera.

Y añadió: “Dicho impuesto es regresivo, incentiva la informalidad laboral y atenta contra la reactivación de las economías regionales, al transferir a las arcas nacionales fondos que de otro modo estimularían el consumo interno en el actual marco de depresión económica. Mientras que más de 800 mil trabajadores volverán a pagar el impuesto, se ha decidido reducir y en algunos casos eliminar el impuesto a los Bienes Personales. No hay nada más regresivo en materia fiscal que gravar el trabajo y desgravar los grandes patrimonios. Estas políticas impulsadas por La Libertad Avanza van de la mano de un blanqueo impositivo y de la renuncia del Estado a una fiscalización efectiva y eficiente en múltiples materias, particularmente en la laboral. Se condonan multas, se fomenta la evasión y el fraude en materia laboral, se desfinancian los sistemas de seguridad social, pero se generan nuevos contribuyentes: los trabajadores, imposibilitados de las prerrogativas de evasión o blanqueos de las que se benefician los grandes contribuyentes”.

 

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