Tras el abrupto fallecimiento del secretario general del SEOC Roque Brito, el pasado 28 de noviembre, en una asamblea extraordinaria a puertas cerradas, se eligió como sucesor a Arturo Serafín Páez. Como acostumbra la dirigencia del SEOC –que tuvo a Brito al frente durante más de 30 años y pese al cambio de caras– los métodos electorales fraudulentos, la organización antidemocrática que deja afuera de las decisiones a la mayoría de los trabajadores y las posturas de inacción frente a los ataques patronales a los trabajadores, se mantienen intactos.

El derrotero de la dirigencia sindical en los últimos años fue el de dar mínimas respuestas antes las peleas de los trabajadores que desde 2020 frente a la pandemia y el hartazgo, se organizaron desde abajo y salieron a las calles. Así lo pudimos ver a los trabajadores de Teleperformance con su exigencia votada en asamblea por el pago completo de los salarios y el pase a planta de los contratados, a principios de la pandemia. También en el movimiento de autoconvocados por la fuerte exigencia en las calles del horario corrido para los trabajadores de comercio, o en la pelea contra los despidos masivos en las empresas de telecomunicación . Esta última inclusive con denuncias en el periodo de transición en SEOC, cuya elección sindical tuvo mucho más preocupado a los delegados que la propia situación de las familias que quedaban en la calle.

De estas batallas dadas, fueron los mismos trabajadores quienes sacaron a los dirigentes de la comodidad de los sillones para que salieran a dar respuestas. Aun así, quienes dicen defender los derechos de los trabajadores dejaron pasar los despidos masivos, los fraudulentos contratos “mes a mes” y la vuelta al horario cortado, que para los miles de trabajadores y en sus propias palabras es igual a “no tener vida”.

SEOC y peronismo: la precarización de siempre, el ajuste de hoy

Los representantes del SEOC vienen apoyando desde hace muchos años al oficialismo en la provincia, que desde 1999 es gobernada por el peronismo. Vemos como cada vez se degradan más nuestros derechos. El mismo Manzur permitió despidos en las multinacionales que ganaron millones durante la pandemia, además de continuar subsidiando a las empresas para pagar los sueldos de los trabajadores.

Existen condiciones estructurales que habilitan mayor precarización en la provincia donde existe el 31% (siendo el segundo índice más alto del país) de personas subocupadas, que están buscando un trabajo extra para poder llegar a fin de mes porque los salarios no alcanzan. La contratación informal afecta al 46% de los asalariados y estamos asistiendo –bajo este Gobierno del Frente de Todos que lejos de revertir la herencia macrista la está profundizando– al fenómeno de trabajadores asalariados en condiciones de pobreza. En este marco, el Sindicato de Comercio hace gala de un acuerdo salarial que ya hizo que se pierda un 20% del vilipendiado poder adquisitivo de los laburantes.

La bronca es extendida por abajo en todos los lugares de trabajo: quienes tienen que hacer malabares para poder alimentar a sus familias, con las tarjetas de crédito estalladas (para aquellos que pueden acceder a una), sin poder prever la supervivencia mes a mes en el caso de los contratados y con salarios que quedaron muy atrasados con respecto a la inflación.

¿Renunciar a los sindicatos o recuperarlos para los trabajadores?

Son estos los motivos por los que muchos piensan ante esta situación la salida -a modo de castigo- termina siendo la desafiliación de lo que hasta el momento viene siendo un Sindicato “vendido” o que no representa a los trabajadores. Pero esa sería la salida más óptima para que sobrevengan mayores ataques a los trabajadores por parte de las patronales. Otros plantean la migración masiva a ATACC.

Los sindicatos siguen siendo la herramienta de organización histórica de los trabajadores por lo cual es necesario ponerlos a disposición de nuestras demandas como en Tucumán ya dieron muestra con la fuerza organizada la dirigencia tuvo que dar respuestas. Hay muchos casos en los que se pudo recuperar los Sindicatos y ponerlos a funcionar de forma democrática y defendiendo los derechos de los trabajadores.

Desde la Red de Trabajadorxs Precarizados planteamos que sólo nuestra organización desde abajo puede cambiar esta historia de explotación patronal amparada por los gobiernos de turno y sindicalistas cómplices. Las asambleas para que se escuche la voz de todos, las elecciones sin maniobra para que se pueda expresar genuinamente la voluntad, poder elegir delegados de base que representen los derechos de los trabajadores y que escuchen la realidad de los mismos, es decir, hablamos de una democratización de la organización de los sindicatos son los primeros pasos para pensar cómo apropiarnos de esta herramienta nuevamente y ponerla al servicio del triunfo las luchas que inevitablemente en la situación nos va a poner delante de nosotros.

Vemos que es importante organizarnos para pelear por un salario igual a la canasta familiar, por una reducción en la jornada laboral a 6 horas, 5 días con salario igual a la canasta para que trabajemos todos y trabajemos menos. De esa manera estaremos dando pasos para terminar con la precarización laboral ya que los jóvenes que nos organizamos dentro de la red no nos resignamos al presente que nos ofrecen, ni mucho menos a las propuestas de mayor ajuste de la derecha como Milei y la oposición.

El Frente de Izquierda ha avanzado en presentar proyectos de ley como la reducción de la jornada laboral o de ley interzafra para avanzar en combatir la precarización. Desde la Red no solo apoyamos estos proyecto sino que opinamos que la salida es junto a las ideas que propone la izquierda. Estamos seguros que con la fuerza organizada de los trabajadores, las mujeres y la juventud podemos conseguir estas y muchas otras demandas.

Contra los avances mediante abusos y despidos de la patronal, con suspensiones, descuentos absurdos (como el descuento de las horas en las que no estás logueado, aún cuando no son responsabilidad del trabajador, como cuando fallan las herramientas), desconocimiento de licencias, hostigamiento. Por un aumento real de salario y no paliativos como el bono que terminó siendo una farsa desde el comienzo, ya que el propio decreto del Gobierno Nacional estableció que podía ser tomado no como un bono extraordinario sino como adelanto de futuros aumentos.

Te invitamos a juntarnos, organizarnos, debatir y sumar a los compañeros para poder cambiar esta historia. Con ese objetivo y para descansar del calor pusimos en pie este fin de semana una Casa de Verano, para discutir junto a jóvenes, familiares, amigos y otros trabajadores precarizados como buscar una salida colectiva, lejos de supervisores y buchones.