Serenos de Buque, con Antonio Ivaldi a la cabeza, comenzó a exigirle a Economía que la actividad sea eximida de Ganancias.
En mayo se puso en funcionamiento el decreto que comenzaba a beneficiar a trabajadores cuyos salarios sean superiores a 506.230 pesos, quienes dejaron de ser impactados por el Impuesto a las Ganancias.
Luego, y ante un reclamo de la CGT sobre un confusión en valores y deducciones sobre algunos conceptos, la Dirección Nacional de Impuestos respondió la exención sobre el bono por productividad, fallo de caja, viáticos y horas extras, percibidos por los empleados en relación de dependencia y que no habían sido aclarados en primera instancia.
Uno de los gremios que salió a expresarse durante las últimas horas y que inició negociaciones para ser exento del impuesto es el de Serenos de Buques, conducido por Antonio Ivaldi.
Ivaldi, quien inició hace pocos meses un nuevo mandato al frente de Serenos tras una contundente victoria en las elecciones gremiales, ya comenzó las tratativas con funcionarios del Ministerio de Economía y Trabajo para que la actividad forme parte de las exentas del eterno y polémico gravamen.
Los gremios, como los Serenos de Buques, batallan hace tiempo para que el Gobierno (este y los anteriores), eximan del impuesto a todos los salarios por considerarlo confiscatorio. Actualmente se ha confeccionado nota conjunta entre el SUSB y el Centro de Navegación para solicitar la eximición de los Serenos de Buques respecto del pago del Impuesto a las Ganancias.
“La percepción de un trabajador como contraprestación por su experiencia y horas dedicadas a un servicio para otro es expresamente una inmoralidad”, expresó Ivaldi. Muchos dirigentes hasta aceptaron que un aporte para que el Estado accione su funcionamiento hasta aparece como entendible, pero el porcentaje excesivo actual convierte al trabajador más que en un aportante en un socio, aunque sin los beneficios que esto acarrearía, claro está.
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