La central obrera agasajó al precandidato de UP, que buscó músculo político y garantizó que referentes sindicales tendrán una silla en las mesas de su campaña. La tarea de "volver a enamorar".
Por: Eugenia Muzio.
Antes de entrar al salón Felipe Vallese, la mesa directiva de la CGT le pidió una selfie conjunta al precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, y a su compañero de fórmula, Agustín Rossi. Abrazos van, abrazos vienen, llegó el momento de entrar al acto: en vez de ingresar por el costado del escenario, el jefe de Hacienda pidió entrar por la puerta de atrás y caminar hasta la tarima para atravesar el salón en medio de aplausos y saludos. Con esta postal, la central obrera agasajó en su sede al precandidato que supo impulsar al auspiciar el operativo para centralizar un binomio de unidad. El ministro de Economía fue a buscar el músculo político de la histórica cúpula gremial y le habló al conjunto de trabajadores y trabajadoras entre el clamor y la marcha peronista.
Luego, Massa se retiró de Azopardo 802 con una promesa a la organización sindical, que logró tan sólo un lugar entre las boletas de los principales distritos electorales: el postulante les garantizó que tendrán representantes en cada mesa de trabajo de la campaña de UP, señalaron en el Palacio de Hacienda.
La CGT quiere incluir representantes en el armado de campaña. Un esquema similar había montado el exministro de Salud Ginés González García al coordinar los equipos del Partido Justicialista Nacional durante el camino hacia las elecciones del 2019. En 2023, el planteo que la plana mayor sindical busca filtrar es “cómo capitarizar hacia abajo un discurso para evitar la discusión por el desencanto” con el frente gobernante y "volver a enamorar”, resumieron fuentes gremiales en diálogo con Letra P. Según aseguraron, su participación aportará "una vida institucional orgánica". "La central pone un objetivo adelante y está todo el movimiento obrero unificado con un discurso común", consideraron. Los sindicalistas tienen presente que el impacto de la inflación en los salarios será un tema a tratar para ese traspaso del mensaje a los trabajadores que apuntan a lograr.
Al cierre de esta nota, no hay precisiones sobre qué mesas se van a conformar ni quiénes las van a integrar aunque en la central obrera mencionaron al director de proyectos especiales del Sindicato de Mecánicos y Afines al Transporte (SMATA), Julián Domínguez, que también es asesor ad honorem en la cartera económica; el exministro duhaldista Juan José Álvarez y el diputado nacional de extracción sindical Carlos Selva como parte de ese armado.
Los otros protagonistas del evento en Azopardo fueron los reencuentros. Desde la mesa principal, el número dos de Camioneros, Pablo Moyano, miraba a su padre, Hugo Moyano, que estaba sentado en primera fila junto al ministro del Interior, Eduardo Wado De Pedro. El jefe de la campaña de UP fue uno de los pocos que tuvo una silla reservada con su nombre en el salón. La interna familiar había dividido la presencia de ambos en las últimas convocatorias cegetistas. De la misma forma, el secretario general adjunto de SMATA, Mario “Paco” Manrique, quien meses atrás se había mostrado disconforme con la fórmula de unidad, estuvo presente en el escenario. “Estuvieron casi todos los secretarios generales de los sindicatos que conforman la CGT, para brindarle el apoyo y el compromiso a nuestro candidato, y trabajar en conjunto para poder tener las mejores elecciones posibles”, apuntó el referente gremial que forma parte de la nómina bonaerense para acceder a la Cámara de Diputados.
👥 Así ingresaban Massa y Rossi al salón donde se desarrollará el acto pic.twitter.com/p4H2ChV8eF
— LETRA P (@Letra_P) July 19, 2023
En su discurso, Massa llamó al movimiento obrero a militar por UP. Entre las estrofas de la marcha peronista, se quedó saludando afectuoso a los integrantes principales de la CGT, que tuvo casi nulas ausencias en su convocatoria. Le dio un abrazo especial a Moyano padre y le agarró la nariz con la mano. En su camino hacia la salida, repitió a la prensa que "hay otros sectores de la política argentina que desgraciadamente miran el trabajo como un costo". Es un lema que cae bien en la CGT, que volverá a organizar un acto con el precandidato oficialista el próximo 8 de agosto, pero cree que el de este miércoles tuvo quizás el "mayor peso político" de la campaña hacia las PASO.
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