El precandidato de Unión por la Patria cenará con gremialistas el miércoles. Tratará de llevarse la foto de unidad del extodismo del centro del país. El objetivo de los 10 puntos.
Por: César Pucheta.
Si nada cambia la agenda del ministro de Economía, Sergio Massa desembarcará esta semana en Córdoba por primera vez desde que fue proclamado como precandidato a presidente de Unión por la Patria (UP). El tigrense llegará a la capital en la tarde noche del miércoles y ya tiene acordada una cena con representantes del movimiento sindical cordobés. Para el jueves, permanece en evaluación una actividad en la Universidad Nacional de Córdoba y una recorrida por el interior. Podría ser en la planta que la mosaiquera Blangino tiene en Monte Cristo o en la ciudad de Río Cuarto. O ambas.
La visita de Massa al centro del país inaugurará una etapa en la que la pata cordobesa de UP ordena su campaña, luego de semanas de reuniones e intentos de incorporar a la mayor cantidad de referencias posibles. Se sabe que es distrito más complicado para el oficialismo nacional y que, además, se agrega el gobernador Juan Schiaretti como candidato a presidente.
Tomando en cuenta esa referencia, existe cierto consenso para no centrar la campaña en las críticas al modelo schiarettista, que desde UP entienden que quedará a mitad de camino a razón de la polarización nacional que pondrá a la candidatura de Massa de un lado y a Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich, del otro. En ese juego, y teniendo en cuenta el comportamiento histórico del electorado cordobés, la lectura que se impone es que la candidatura del gobernador quita votos a Juntos por el Cambio y eso es visto como algo positivo. Al menos hasta las primarias, la estrategia tomará ese rumbo.
Lo que sí hace Schiaretti es dividir el universo peronista y eso se notará en la reunión del miércoles. El gremialismo estará representado por una parte de los referentes del movimiento sindical que en los últimos años jugó abiertamente adentro del Frente de Todos, como la titular de la Unión Obrera Gráfica, Ilda Bustos; el secretario general de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba, Juan Monserrat; y el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación, Héctor Morcillo, entre otros. También estará una parte de la conducción de la CGT Regional Córdoba, normalizada tiempo atrás por decisión de la central nacional. Allí se descuenta la presencia de Edgar Luján (Camioneros), Ricardo López (ATSA) y del sector que Rubén Urbano (UOM) que anticipó que no estará presente por un compromiso previo.
Con el triunvirato comprometido con la candidatura de Massa, el sindicalismo cordobés descuenta que la mayor parte de los gremios que integran la central sindical apoyará al tigrense, aunque reconocen que hay dirigentes que tienen comprometido su apoyo a Schiaretti, al menos en primera instancia. Pablo Chacón, del gremio de Comercio, es uno de ellos.
También se descuenta que una parte del armado que lideraba José Pihen y que encabezó la Regional Córdoba hasta su normalización tampoco será de la partida, como así también la mayor parte de quienes integran las 62 Organizaciones Peronistas. Todos esos sectores con un compromiso puntual con la senadora Alejandra Vigo, que hace apenas dos semanas encabezó una reunión en una de las sedes de la Asociación de Empleados de Correos y Telecomunicaciones (ALECYT) y pidió por el apoyo a la candidatura del gobernador.
El ordenamiento
Desde hace aproximadamente un mes, la campaña del oficialismo nacional fue tomando forma a partir del armado de una mesa local que lentamente fue incorporando actores y acomodando una agenda de trabajo que tiene como articulador con la estructura nacional a Juanjo Álvarez. Con intendentes como Fabián Francioni (Leones) y Martín Gill (Villa María) articulando el diálogo con sus pares en el interior provincial, el armado se fue completando con la suma del sector que encabeza el vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio, y la pata más ligada al kirchnerismo que hegemoniza las precandidaturas de la lista para la Cámara de Diputados. Allí se sumaron Gabriela Estévez, Martín Fresneda y Pablo Carro.
Más allá de los roces que siempre existieron en la estructura, las reuniones que tuvieron lugar la semana pasada parecen haber terminado de acomodar una agenda de trabajo en la que las actividades se coordinan a partir de una estrategia nacional que tiene en Córdoba un trabajo territorial específico. La visita de Massa servirá entonces para que esas tensiones pasen a ocupar un segundo plano en la discusión y da muestras de la unidad que UP quiere defender a nivel nacional, rumbo a las elecciones que tendrán su primera parada el próximo 13 de agosto.
Con la estrategia del corte de boleta perdiendo espacio (por su propia complejidad) entre los integrantes de la mesa mediterránea, el massismo cordobés saldrá oficialmente a la cancha con el candidato ocupando la centralidad.
El objetivo para las PASO parte de la necesidad de sostener el piso histórico, ubicado entre los 10 y los 12 puntos y elevarlo tanto como sea posible. Para el 22 de octubre, coinciden todos, el mapa habrá cambiado y, posiblemente, también la estrategia.
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