La empresa se acogió a una opción del la Ley de Contrato de Trabajo prevista para instancias de crisis. La intención sería reabrir el hotel en las vísperas de las vacaciones de invierno.
Luego del muy buen rendimiento de este último fin de semana largo, con una ocupación promedio superior al 70% en todo el distrito, los responsables del Hotel Sheraton de Mar del Plata suspendieron a sus 80 trabajadores y se acogieron a una opción de la Ley de Contrato de Trabajo, prevista para instancias de crisis.
El artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo habilita esta opción para circunstancias excepcionales y críticas, que no solo permiten al empleador abonar solo una parte del salario, sino que reduce de manera sustancial los aportes que debe realizar en concepto de cargas sociales. La suspensión se extendería hasta las vísperas de las próximas vacaciones de invierno, momento en el que volverían a trabajar, si el contexto sanitario lo permite.
“Ya presentamos el pedido en Ministerio de Trabajo, porque queremos ver que se cumpla con los compromisos que asume la empresa al acceder a esta ventaja”, explicó a La Nación la secretaria adjunta y actual responsable de la delegación local de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de República Argentina (Uthgra), Nancy Todoroff.
Desde la Agrupación 25 de Mayo, un sector disidente a la conducción de Uthgra, aseveraron que “frente a las versiones cruzadas que surgieron en las últimas horas aclaramos que todo trabajador que sea suspendido con el artículo 223° en la práctica, cobrará sólo el 52% de su sueldo (el 75% del sueldo básico y el complemento del servicio, tomando como referencia la escala salarial de octubre 2020). Tampoco se computarán vacaciones ni aguinaldo”.
Todo el sector hotelero local atraviesa una enorme crisis por el cierre prolongado del año pasado, que se extendió durante casi diez meses, y también por los flacos rendimientos de la última temporada de verano, que se habilitó en diciembre y tuvo promedio de ocupación no superior al 25% de las plazas disponibles. Los únicos respiros se dieron en Carnaval, con ocupación casi total, y esta última Semana Santa, con una demanda en torno al 70%.
Se estima que solo en Mar del Plata, desde el inicio de la pandemia, cerró de manera definitiva un centenar de hoteles y restaurantes que implicaron la pérdida de unos 1.400 a 1.500 empleos de manera directa. A esto se suma el cierre temporario de otros establecimientos, en particular los que dependen de gremios, que optaron por no abrir sus puertas este verano ante la segura escasez de huéspedes, consignó La Nación.
Cuando se conoció el cierre temporal del Sheraton se difundió una imagen que muestra un corazón formado sobre la fachada del hotel con las luces prendidas de algunas habitaciones con vista al mar.
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