Empujado por Mauricio Macri, Jorge Triaca retornaría en las próximas horas como funcionario público. Se sumaría al directorio de la Auditoría General de la Nación. En su último paso por la gestión sumó denuncias por la utilización de recursos de los gremios intervenidos, por presionar magistrados y hasta por hacer cobrar a través de un gremio a una empleada suya a la que tenía contratada de manera informal. Malestar gremial.
Por: Jorge Duarte.
Luego de lo que fue su recordado paso por la función pública durante el Gobierno de Cambiemos entre 2015 y fines de 2018 cuando presentó su renuncia, Jorge Triaca volvería en las próximas horas a la gestión. Sería en el Directorio de la Auditoría General de la Nación (AGN) que hoy está en manos de Juan Manuel Olmos.
La incorporación de Triaca al directorio de la AGN está empujada por el propio Mauricio Macri que está retomando las riendas del PRO y, según pudo saber InfoGremiales, tiene el aval de las más altas esferas de La Libertad Avanza.
Lo curioso es que el aval de La Rosada llega en paralelo a las denuncias de Sandra Pettovello que se posaron en pagos presuntamente irregulares por 600 millones de pesos por parte del Ministerio de Trabajo de la Nación a favor de una Asociación Civil entre 2017 y 2019. Todos desmanejos bajo la gestión del propio Triaca.
La noticia causó estupor en el mundo sindical. Anoche la información circulaba por los celulares de los dirigentes que la recibían incrédulos. La relación de la mayor parte de ellos con Triaca es muy mala y su retorno fue leído como otro desafío en una guerra fría que se sostiene desde el 10 de diciembre.
Triaca, que nunca dejó de tener terminales en Trabajo ni de controlar buena parte de la botonera de la ahora Secretaría, que se mueve al compás de una consultora que le es muy cercana.
Sin embargo no es menos cierto dejó pésimos recuerdos en el universo sindical. De hecho cosechó una catarata de denuncias, algunas de las cuales todavía se tramitan en la justicia. Las más complicadas son las que investigan el destino de los recursos de los gremios que intervenía durante su paso como Ministro de Trabajo con las cajas del SOMU y de la UPSRA como casos testigo.
También se lo llegó a imputar en una causa que investigaba presiones a los jueces laborales para que fallen según los deseos del Gobierno de Macri. La situación de Triaca se complicó tras la declaración de un camarista laboral, quien, bajo juramento, mencionó hechos concretos en los que tuvieron lugar las presiones.
La más escandalosa de las denuncias a Triaca fue cuando se viralizaron los insultos a su empleada doméstica Sandra Heredia. No sólo se descubrió que la tenía sin registrar sino que luego se comprobó que la hacía cobrar a través del SOMU, uno de los más de una docena de gremios intervenidos durante su paso por Alem 650.
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