El secretario de Gobierno volvió a demostrar que está dispuesto a jugar hasta el final para forzar una interna que defina al candidato peronista a la Intendencia, o para vender bien cara su declinación. En paralelo, apoyo de encumbrados referentes del Suoem a su candidatura detonó la interna del gremio.
Por: Felipe Osman.
La carrera abierta por imponerse como el candidato peronista a suceder a Martín Llaryora al frente del Palacio 6 de Julio no se toma vacaciones. La alta imagen de la gestión municipal genera buenas perspectivas para el oficialismo, que se entusiasma con mantener una plaza que tardó décadas en recuperar. Y al mismo tiempo potencia el interés de los anotados.
En esa carrera están, desde hace tiempo, el vice intendente Daniel Passerini, el secretario de Gobierno Miguel Siciliano y el secretario de Transporte Marcelo Rodio. A ellos, se sumó recientemente el concejal Diego Casado, y las posibles candidaturas del legislador Juan Manuel Cid y la senadora Alejandra Vigo no han sido formalmente desechadas, aunque, en los hechos, nadie se ha preocupado por sostenerlas en la marquesina.
Pero más allá de la “guerra” de pasacalles que en cada seccional muestra a uno u otro de los precandidatos a intendente estampando su nombre debajo de la leyenda “Llaryora Gobernador”, en la aritmética de cada mesa de café a la que se sientan los peronistas se sabe que al sprint final llegarán solo dos de los interesados, Passerini y Siciliano. Y propios y ajenos reconocen, además, alguna ventaja al primero.
Aún así, el secretario de Gobierno no es hombre de dejarse arriar, y está dispuesto a apostar a su candidatura hasta las últimas consecuencias, ya sea para forzar una interna o para llegar fuerte a la negociación en la que se discutirán las posiciones que cada actor ocupará cuando llegue el inminente recambio que reconfigurará al oficialismo, tanto a nivel provincial como a escala municipal.
A fin de cuentas, aunque la candidatura de Passerini encuentra mayor respaldo entre las estructuras oficiales del partido, el secretario de Gobierno trabaja desde el día cero en un armado territorial para apuntalar sus expectativas, y está confiado de aventajar al viceintendente en ese apartado.
En esa empresa, Siciliano organizó el viernes a las 19 un acto en el salón de Alecyt (Empleados de Correo), gremio liderado por Marcelo Díaz y alineado dentro de las 62 Organizaciones Peronistas. Al evento de la fundación Pensando Córdoba, think tank del funcionario municipal, asistieron alrededor de 500 personas, y junto a dirigentes de todas las seccionales hubo también una serie de presencias destacadas.
Estuvo, entre los invitados y oradores, Ricardo Moreno, secretario político de las 62-O, que terminaron de formalizar su apoyo a Siciliano, pero más llamó la atención de Margarita Texeira, flamante ex secretaria de Economía y Gremial de las Áreas Administrativas del Suoem, e ilustre integrante de la Agrupación Radical, central dentro de la conducción del gremio.
En realidad, la conducción del Suoem siempre promete respaldo a distintos candidatos, pero se cuida de que sus emisarios mantengan un perfil bajo, algo que no sucedió con Texeira, que en medio de acto -y no sin picardía- fue invitada a subir al escenario y convidada a tomar el micrófono y dirigir algunas palabras a los asistentes.
Sin más que hacer, respaldó la candidatura provincial de Llaryora y la postulación municipal de Siciliano, algo que cayó pésimo entre los delegados y las bases del Suoem, que ya no saben (en rigor, jamás supieron) hasta donde llegan los acuerdos que su conducción tejió con la actual gestión.
De hecho, los delegados del Suoem empezaron a comunicarse durante el fin de semana y convinieron realizar una reunión este lunes en la sede del sindicato para saber cómo enfrentarán ahora a sus bases, que sufrieron a manos del peronismo un significativo ajuste durante los primeros meses de la pandemia (la reducción de jornadas y salarios fue la principal, pero ni de lejos la única detracción) y un endurecimiento en las negociaciones paritarias.
Algunos de los delegados hacen cuentas y concluyen que, si se suma el apoyo de las 62 Organizaciones Peronistas (de las que forma parte Daniel “Chiquito” Fernández), el manifiesto respaldo de Texeira (pieza central de la Agrupación Radical) y la presencia de algunos integrantes de la ex lista Naranja en el acto, ya casi no quedan vertientes de las que integran la conducción del gremio que no estén comprometidas con el proyecto político de Siciliano, quien fue durante la mayoría de los conflictos Suoem-Llaryora el vocero de la posición del intendente.
Para colmo de males, la molestia no llegó sólo al gremio. Dentro del radicalismo, encumbrados dirigentes que desempeñaron roles protagónicos previo al desembarco del peronismo en el Palacio Municipal también resienten el apoyo de la Agrupación Radical a Siciliano, y recuerdan con amargura las mercedes concedidas en el pasado a los conductores de dicha agrupación.
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