El Sindicato de Conductores Navales declaró en la previa al fin de semana el “estado de alerta” debido a la falta de seguridad en buques remolcadores, areneros y lanchas. Esta preocupación surge por la interpretación amplia que la Prefectura Naval Argentina hace de la Resolución 285/2003, lo que resulta en asignaciones de dotaciones de seguridad incompletas e inadecuadas.

El SICONARA, encabezado por Mariano Vilar, planea presentarse en la Delegación de la Prefectura de Bahía Blanca para rechazar esta flexibilización normativa, que según ellos pone en riesgo tanto la vida de los tripulantes como el medio ambiente.

Según Vilar, la Prefectura está autorizando tripulaciones insuficientes para ciertos tipos de buques y operaciones, como despachar de noche con un patrón motorista sin la capacitación adecuada. Esto contrasta con el propósito original de la Resolución 285/2003, destinada a emprendimientos familiares y embarcaciones menores en el Delta. El sindicato denunció –a la vez- casos de accidentes y contaminación debido a esta flexibilización normativa, incluyendo fallecimientos y lesiones graves.

El gremio portuario presentó denuncias formales ante las autoridades nacionales, exigiendo el cumplimiento estricto de las normas vigentes y la intervención inmediata en los casos denunciados. En última instancia, instaron a las autoridades competentes para que actúen con responsabilidad y urgencia en garantizar la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente, así como en la recuperación de fuentes de trabajo afectadas.