Mientras la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) mantiene un normalizador de la Filial Santa Cruz, otro sector se atribuye tener la representación del STIA de la provincia de Santa Cruz y aguardan que el Ministerio de Trabajo de la Nación esclarezca las denominaciones, como la representación para actuar en la actividad.

El deseadense Víctor Sánchez sostiene que la organización sindical denominada STIA Santa Cruz la tiene el sector que conduce y rechaza que la FTIA haya impuesto como normalizador al secretario General del STIA de Chubut, al tiempo de señalar que en el último año esa delegación normalizadora recaudó más de treinta millones de pesos de las empresas en concepto de ‘Aporte Solidario’.

“En el 2021 descubrimos que el STIA Santa Cruz no tenía inscripción gremial, por lo tanto, un grupo de trabajadores gestionamos ante el Ministerio de Trabajo esa inscripción y obtuvimos dictamen favorable. Después aparece la Federación designando a un normalizador, desconociendo lo que veníamos haciendo, bajo una denominación que no existe”, relata Sánchez al exponer su postura en torno a la controversia sindical en la actividad que agrupa a los obreros de las plantas de procesamiento de pescado en esa provincia patagónica.

“Tuvimos un dictamen favorable y estamos esperando la firma de la Resolución del Ministerio de Trabajo, y hace pocos días interpusimos un ‘pronto despacho’ para que el expediente se acelere”, indicó.

Asimismo, Sánchez denunció “connivencia” entre las empresas radicadas en Santa Cruz con “la dirigencia del STIA de Chubut que se atribuye ser quienes nos representan, firmando acuerdos que no benefician a los trabajadores, y pautan acuerdos por los Aportes Solidarios para el sindicato, y esos fondos nunca son invertidos en Santa Cruz”, manifestó.

Por otro lado, dijo que en Puerto Deseado hay nueve plantas pesqueras habilitadas, una en Puerto San Julián y cuatro en Caleta Olivia. “En varias plantas se trabaja bajo la modalidad de cooperativas de trabajo, con sueldos bajísimos, sin obra social que funcione, por más que les hacen los descuentos”, cuestionó el dirigente que asegura tener la representación del STIA santacruceño.

“Ellos -por el sector vinculado a la FTIA- intentaron hacer una inscripción, pero Trabajo les dijo que debían buscar otro nombre, porque ‘STIA Santa Cruz’ ya estaba inscripto, por nosotros, un año y cuatro meses con anterioridad”, clarificó Sánchez sobre otros de los nudos de la controversia gremial.

Además, el referente sindical dijo que “como ese sector trabaja junto a las empresas, le generan miedo a los trabajadores de que los pueden echar si se manifiestan junto a nosotros. La gente nos expresa su acompañamiento, pero dicen que tienen miedo de manifestarse”, ventiló.

“Están cobrando los aportes sindicales sin tener inscripción gremial otorgada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, y eso no lo tienen porque lo estamos gestionando como STIA Santa Cruz. Las empresas vienen siendo agente de retención sin que la filial de la FTIA tenga inscripción otorgada. En el último año recaudaron más de treinta millones de pesos en concepto de Aporte Solidario y nada de eso quedó en Santa Cruz”, concluyó.