Vanesa Siley integra la lista de candidatos a diputados bonaerenses por Unidad Ciudadana. Abogada laboralista y oriunda de Mercedes es la secretaria General del Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju Caba) y una de las pocas aspirantes del sindicalismo a una banca en estas elecciones del próximo 22 de octubre.
En diálogo con ámbito. com, realizó un balance de las PASO, analizó la relación del Gobierno con el sindicalismo y evaluó las actuales restricciones al mundo del trabajo, además de sentar su postura ante una posible reforma laboral. "La flexibilización laboral cuando hay un ejército de desocupados y cuando hay un clima de época como el que se ha instalado en la Argentina ya está entre nosotros", expresó.
Periodista : ¿Qué balance hace del resultado de las PASO?
Vanesa Siley: El balance que nosotros hacemos de las PASO, una vez conocido el resultado definitivo, es que 2 de cada 3 bonaerenses eligieron frenar el ajuste, una bandera que fue tomada por el común de la oposición. Esa es la conclusión nuestra y en función de esa elección, la tarea que nos dimos y nos daremos hasta el 22 de octubre. Buscamos consolidar nuestro espacio político y tratar de unificar el voto opositor.
P: ¿Cómo están encarando este segundo tramo de la campaña?
V.S.: Estamos recorriendo fuertemente cada rincón de la provincia de Buenos Aires, en el conurbano con mayor presencia de Cristina y en el interior con mayor presencia del resto de los candidatos. Estamos convocando al conjunto de los trabajadores y trabajadoras, en mi caso en particular, ya que soy una de los miembros del movimiento obrero que integra las listas de Unidad Ciudadana, estamos reuniéndonos con dirigentes y secretarios generales principalmente de la CGT, como Ricardo Pignanelli o Rodolfo Daer y con la militancia. Nos estamos enfocando muy fuerte en el sector del trabajo porque entendemos que lo que se viene es un fuerte ajuste en materia laboral, en materia de derechos, como la flexibilización laboral.
P: Luego de las elecciones legislativas, el sindicalismo podría quedar relegado de la Cámara de Diputados, según un informe que elaboró la Consultora Synopsis. ¿Siendo una de las pocas candidatas de extracción sindical de esta elección, qué lectura hace de esto?
V.S.: En estas elecciones, si se replican los resultados de las PASO, el único espacio que va a aportar mayoría de representantes del sindicalismo es el nuestro con Hugo Yasky, Walter Correa y yo. Creo que es una decisión política de Unidad Ciudadana de haberle devuelto al movimiento obrero, como históricamente hizo el peronismo, el 30% de representatividad en las listas en los 10 primeros lugares. Y no sólo en las listas, sino también en el programa. Nuestro frente tiene un programa "Para volver a tener futuro" y el primer aspecto que aborda es el del trabajo. Ahí se propone un proyecto que suspenda los despidos por un año declarando la emergencia ocupacional, el de devolverle al salario mínimo, vital y móvil su carácter de regulador para arriba de la base salarial y establecerlo por encima de la línea de la pobreza. Recordemos que este año el Gobierno unilateralmente estableció el salario mínimo y que recién en 2018 va a ser de $10.000. Además, estipula respetar los convenios colectivos de trabajo y demás proyectos en ese sentido.
P: ¿Cómo evalúa la relación del Gobierno con el sindicalismo?
V.S.: Por un lado, durante todo 2016 encararon un diálogo totalmente infructuoso para el trabajador. Un diálogo favorable a la parte empresaria en general -y no siempre porque hay muchos empresarios que en Argentina desde el 10 de diciembre de 2015 están perdiendo, principalmente los pequeños y medianos-. En definitiva lo que tenemos que discutir como central obrera es el modelo económico porque mientras nos circunscribimos a discusiones de instituciones como los convenios colectivos de trabajo o el derecho laboral, sigue la reapertura indiscriminada de importaciones o continúan los tarifazos enormes para el sector productivo y los hogares, y continúa una política desde el Ejecutivo de despedir a empleados públicos, conducta que luego es imitada por el sector privado. Con lo cual vemos una enorme desprotección por parte del Estado acerca del trabajo.
P: ¿Y las declaraciones del presidente Macri de los últimos días sobre querer un sindicalismo "fuerte y sano"?
V.S.: Todas las declaraciones que han hecho tanto el Presidente como la gobernadora y otros funcionarios tienen por objetivo intentar desprestigiar al movimiento obrero. Hay cinco sindicatos intervenidos en la Argentina con un mecanismo coordinado entre el Ministerio de Trabajo y el poder judicial, casi siempre de la justicia federal. Hay persecuciones a ciertos dirigentes sindicales. Hay todo un montaje estructurado para hacerle creer a la sociedad que el sindicalismo es malo, cuando en realidad sin sindicatos no habría derechos de los trabajadores. Nosotros claramente entendemos el ataque a la institución sindical como una intención de desprestigiar una herramienta para ir, no por los sindicatos o por los dirigentes, sino por el trabajo. Lo vemos en países con sindicalismos débiles o donde se ha fragmentado o desunido el conjunto de la clase trabajadora y pasan cosas como en Brasil donde tres centrales obreras sumisas terminaron avalando la peor reforma laboral de su historia que lo devolvió al año 1942.
P: ¿Cree que la sociedad podría aceptar un proyecto de reforma laboral a la brasileña?
V.S.: Espero que no porque eso hablaría de que ya estamos bastante mal como sociedad. Yo no lo creo posible. El Gobierno no va a impulsar una reforma abierta a la ley de contratos de trabajo sino que va a pretender instalar la flexibilización laboral como ya lo viene haciendo por rama de actividad o por sector. Es más, la flexibilización laboral, cuando hay un ejército de desocupados y cuando hay un clima de época como el que se ha instalado en la Argentina, ya está entre nosotros. Este no es un Gobierno que vaya a hacer un descuento del 13% a los jubilados porque ya aprendieron de ese proceso histórico y eso está grabado en la memoria colectiva como algo negativo. En cambio, hacen todas las cuestiones más solapadamente.
P: ¿Qué agenda te gustaría llevar al Congreso como diputada?
V.S.: Hay que igualar en materia de licencias parentales. Hay una gran necesidad por parte de la mujer trabajadora de que las tareas de cuidado que recaen sobre nosotras sean suplidas por asignaciones estímulo por parte del Estado, por ejemplo la licencia por hijo enfermo y todo tipo de políticas públicas que se puedan implementar para que haya igualdad de oportunidades al momento de acceder al mercado laboral por parte de las mujeres. No dejaremos de plantear que se considere al trabajo doméstico como trabajo, no como un servicio público sino como parte de nuestra jornada laboral, no remunerada ni reconocida. Ya hay un proyecto de paridad nacional, ojalá que salga antes pero sino me gustaría seguir trabajando para que haya paridad en las listas como ya la hay en la Provincia de Buenos Aires. Además, me gustaría insistir en todo lo relativo al punto 1 de la plataforma de Unidad Ciudadana en lo que hace a los derechos laborales.
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