En el conteo inicial el líder del Frente Renovador lleva ventaja por su vocación de mantenerse cerca de los sindicatos. La exjefa de Estado si bien sostiene un núcleo heterogéneo de apoyos, siempre fue distante con los referentes más tradicionales, pese a que hizo saber que no será candidata.
Por Mariano Martín
La campaña electoral arrancó temprano para el sindicalismo peronista, que ya comenzó a definir respaldos entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y la vicepresidenta, Cristina de Kirchner, los dos mayores polos de atracción para el sector. En el conteo inicial el líder del Frente Renovador lleva ventaja por su vocación de mantenerse cerca de los sindicatos y contar desde su cartera con los resortes de cualquier negociación con el gremialismo, en comparación con la exjefa de Estado que, si bien sostiene un núcleo heterogéneo de apoyos, siempre fue distante con los referentes más tradicionales y además hizo saber que no disputará candidatura alguna este año. Alberto Fernández, en tanto, carece de respaldo alguno en el sector.
El martes, durante una reunión que convocó a medio centenar de dirigentes alineados con Pablo Moyano, cotitular de la CGT, el postulante más ponderado fue Massa. El ministro, además, recibirá la semana que viene la visita de los secretarios generales de Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, y de Luz y Fuerza, Guillermo Moser, quienes llevarán el mensaje de que varios sectores del sindicalismo le darán su apoyo en caso de presentarse a la Presidencia. En varias oportunidades Massa hizo saber que no trabaja por una candidatura y hasta dio a entender que recién para 2027 buscará postularse.
La inclinación a favor de Massa trasciende las divisiones internas de la CGT. Por caso, emparenta a rivales como Héctor Daer, cotitular de la CGT, jefe de Sanidad y referente de los “gordos” de los grandes gremios de servicios con buena parte de los sindicalistas que orbitan en torno de Pablo Moyano en el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) y una de las fracciones de las 62 Organizaciones. También con Sasia y Moser, exponentes de una suerte de “tercera posición” que mantiene diálogo permanente con “gordos” y moyanistas.
También se mantienen cerca del tigrense otros sellos de la CGT claves para la economía como la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) y la de gremios de la energía (Catheda). Ninguno de ellos dio un veredicto formal sobre la interna del Frente de Todos pero en los encuentros de fin de año y en lo que va de 2023 hubo indicios claros de una preferencia por Massa. No es casual: ya antes de haber asumido en Economía el massismo tenía bajo su control el área de Transporte y el relacionamiento con los sindicatos de la actividad. Lo mismo con AySA, a cargo de Malena Galmarini en sociedad con José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias. Con Economía Massa terminó por absorber también Energía y amplió su rango de vinculaciones a los gremios del petróleo, el gas y el sector petroquímico.
Ayer en un clima de reserva se reunió por primera vez en el año la Catheda. También fue el primer encuentro desde la muerte en noviembre pasado del petrolero Antonio “Coco” Cassia, quien ostentaba la titularidad del sello. La importancia del encuentro y del espacio la grafican la presencia de Hugo Moyano, corrido por decisión propia del escenario público pero activo en Camioneros y en la relación con la política. El exjefe de la CGT, habitualmente sinuoso en sus definiciones respecto de candidatos, ayer fue enfático en la necesidad de la unidad del peronismo para contrarrestar alternativas de oposición como Juntos por el Cambio o la extrema derecha de Javier Milei.
En el encuentro participaron también Moser, de Luz y Fuerza, Guillermo Pereyra, del gremio de petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa (cedió el cargo de secretario general pero mantiene el control de la obra social y la mutual), el estacionero Juan Miguel “Cacho” García (rival de Carlos Acuña en la representación de los playeros) y los representantes de la actividad del gas Guillermo Mangone (secretario general del gremio) y Oscar Mangone, secretario de la Catheda. Un exotismo del sello: años atrás incorporó a los gremios de la energía los del transporte (Camioneros, Unión Ferroviaria) mediante una pirueta discursiva para ampliar su rango de influencia.
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