Sin acercamientos entre el oficialismo provincial y el Frente de Todos, las elecciones se acercan y las distintas expresiones del sindicalismo hacen sus apuestas. La principal vendría desde el sector que lidera Pablo Chacón, que evalúa plantarle una lista al caserismo en las PASO.
Por: Felipe Osman.
El tiempo pasa y la pretendida unidad entre Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos sigue sin cuajar. El oficialismo provincial, que sigue la evolución de las encuestas desde antes de que promediara el 2020 para calibrar, a tono con lo que ellas revelan, su relación con Balcarce 50, no encuentra más que motivos para mantenerse distante del kirchnerismo y apuesta sostener el delicado equilibrio de las “buenas relaciones institucionales” mientras el calendario avanza y el momento de tomar definiciones se acerca.
Entretanto, la danza de nombres dentro de cada entente toma cada vez más y más volumen, incluso a pesar del propio Centro Cívico, que preferiría mantener ocultas todas las variantes posibles a aplicar en la confección de las listas. Sin embargo, el cruce de intereses entre quienes ya se saben en las gateras existe, y las tensiones por los posicionamientos dentro de cada fuerza también.
Ese mismo escenario general se replica, calcado, en el sindicalismo, que sabe dentro del peronismo puede hacer valer sus estructuras y trocar sus respaldos -en una u otra de las ofertas electorales que el justicialismo llevará a los cuartos oscuros- por lugares en la listas.
Tal interés es común a todas las expresiones del gremialismo, lo que difieren son las estrategias para alcanzarlo; para llegar a la boleta.
Dentro del Frente de Todos, quien parece decidido a no quedarse afuera (otra vez) es el secretario general del sindicato de Comercio, Pablo Chacón.
Cerca de él hay quienes aseguran que la probabilidad de que el sindicalista termine plantándole una lista al senador nacional Carlos Caserio en las primarias crece día a día. La posibilidad de volver a quedar marginado de los puestos con chances reales de llegar al Congreso -que en elecciones de medio término bien podrían reducirse a únicamente el primer lugar en el caso del Frente de Todos- no resultaría ni remotamente aceptable para el líder de Agec, que en 2019 jugó fuerte por el actual oficialismo nacional y, hasta el momento, no logró cosechar grandes frutos de esa apuesta.
Desde luego, estas intenciones presuntas deben ser leídas en el marco de una negociación abierta por la confección de las listas, pero por lo pronto la decisión del hombre que vela por los intereses de Sergio Massa en Córdoba parece ser jugar a fondo para llegar a la Cámara. Queda por ver en qué medida le corresponden desde Buenos Aires.
Quienes dan un paso más y se adentran en el análisis de este escenario, de momento contrafáctico, se animan a sospechar de que tal desafió sea percibido como una afrenta por el albertismo. Por el contrario, hay quienes creen que la interna podría servir al ala mayoritaria del Frente de Todos para conseguir los votos de algunos sectores del kirchnerismo duro que no comulgan demasiado con el senador nacional. Desde luego, una vez traspasadas las primarias, debería llegar un momento de acercamiento y negociación para cerrar con todos los sectores para fidelizar su voto en vistas de la disputa mayor, en las generales.
Por otro lado, más allá del Movimiento de los Trabajadores de Córdoba, otros espacios sindicales activos mantienen sus aspiraciones de participar en las listas. A un lado está la CGT Regional, cuya heterodoxa composición la vuelve harto más imprevisible desde el 2019. Se descuenta que el “Movimiento Sindical por la Justicia Social y el Trabajo”, el grupo de sindicatos que revistan dentro de la CGT y profesan una clara filiación al Gobierno Nacional, apoyarán al Frente de Todos. Sobre el juego del resto de los sindicatos no hay pistas claras.
Las 62 Organizaciones, en paralelo, siguen aprovechando esta brecha abierta por el kirchnerismo entre la CGT Regional y el Centro Cívico, para ocupar ese espacio e instalarse como el brazo sindical del peronismo provincial, mientras esperan conseguir un rol de preponderancia en la campaña y ofrendar su despliegue territorial a las acciones proselitistas que, llegado el momento, deban encabezar los candidatos de El Panal.
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