Tres días antes de que se decida, en las Generales, cuál será la composición del Congreso que acompañará la segunda mitad del mandato de Alberto Fernández, la CGT definirá quién (o quienes) guiarán los destinos de la central por los próximos cuatro años.

La fecha, en absoluto casual, fue elegida para evitar que el poder político termine siendo determinante en la elección de la conducción cegetista, que preferiría guardar -en la medida de lo posible- alguna distancia de los designios de la Casa Rosada.

A la fecha hay aún pocas precisiones respecto de cómo se resolverá la situación, y aunque la intención es lograr unificar el liderazgo detrás de un único secretario general, lo cierto es que no ha habido avances importantes en esas tratativas y sigue siendo probable que los diferentes sectores terminen conviniendo extender la figura del triunvirato (actualmente desnaturalizado por la renuncia de Juan Carlos Schmidt a mediados de 2018) para plasmar un acuerdo en una conducción tripartita en la que todos estén representados.

Entretanto, cada sector posiciona a sus candidatos, y quienes hoy están en las gateras son Héctor Daer (líder del sindicato de Sanidad y actual triunviro de la central), Gerardo Martínez (secretario general de la Uocra), Pablo Moyano (adjunto de Camioneros), Sergio Palazzo (líder de la Asociación Bancaria), Vanesa Siley (titular del Sindicato de Trabajadores Judiciales), y Sergio Sasia (secretario general de la Unión Ferroviaria).

La pregunta, desde Córdoba, es ¿qué implicaría para cada espacio del gremialismo local la elección de cada candidato?

Daer, representante de “los Gordos” (sindicatos de servicios) y de estrecha relación con Alberto Fernández, implicaría la continuidad de los lineamientos que viene siguiendo la CGT. Pero el mal momento del presidente sumado a la nula representación que el gremialismo no íntimamente kirchnerista ha logrado en la confección de las listas legislativas ha quitado respaldos al titular de Sanidad.

Desde el Instituto Patria impulsan a dos candidatos: Palazzo y Siley. Ambos muy cercanos a la vicepresidenta e integrantes de las lista a Diputados en provincia de Buenos Aires. El ungimiento de alguno de ellos sería una excelente noticia para la pata “k” de la CGT Regional, que aúna a Raúl Ferro (Asociación Bancaria), Ilda Bustos (Gráficos), Héctor Morcillo (Alimentación) y Juan Monserrat (Uepc), entre otros. Y consiguientemente serían malas nuevas para el sector que lidera José Pihen, titular del SEP y de la central cordobesa.

Si, por el contrario, quien llegara a coronar fuera Gerardo Martínez, un candidato aceptable para “los Gordos” y respaldado por “los Independientes”, el sector liderado en Córdoba por Pablo Chacón (Agec) sería quien más tendría para festejar, ya que -de conseguir consagrarse como conductor de la CGT nacional- Martínez lo haría con el respaldo de Armando Cavalieri, secretario general de Comercio a nivel nacional que respalda a Chacón en la provincia.

En el caso de que Moyano (h) lograra hacerse con el mando de la central a nivel nacional, Edgar “Titán” Lujan, secretario general de Camioneros en Córdoba, quedaría revalorizado, e indirectamente también se posicionarían las 62 Organizaciones Peronistas, que integran el Frente Sindical para el Modelo Nacional, espacio que conduce el hijo de Hugo Moyano, secundado por Palazzo.

Finalmente, el (poco probable) ungimiento de Sasia sería el resultado más inocuo para el sindicalismo cordobés, ya que se trataría de un candidato “de paz”, que no incomodaría demasiado a ningún sector, con una salvedad. El líder de la Unión Ferroviaria está atento a las elecciones de la CAT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte), que actualmente preside Schmidt, al que quisiera suceder. En ese contexto, se habla de un probable acuerdo entre Moyano y Sasia, por el cual el primero apoyaría al segundo en las elecciones de la CATT, fechadas para el 7 de octubre, a cambio de que Sasia hiciera lo propio cuando llegue el momento de definir la cúpula de la CGT.

Por Felipe Osman