Por: Felipe Osman.

Aunque en su respeto por las formas nadie vaya a admitirlo, lo cierto es que los lugares en las listas que competirán en las legislativas de este año ya ocupan buena parte de la atención de todos los que se sienten con alguna chance de aterrizar en ellos, y en el gremialismo la situación no es diferente.

Más aún, la gran cantidad de anotados a la carrera en el sindicalismo cordobés -particularmente a la lista que, de no haber alianza electoral con Hacemos por Córdoba, presentará el Frente de Todos- y una cuota sindical a repartir entre los representantes que el peronismo lleva a las cámaras que cada vez es más lejana al histórico 33 por ciento hace que la preocupación sea mayor.

Los dos dirigentes gremiales que al día de hoy tendrían más chances de entrar son el secretario general de Agec, Pablo Chacón, y el diputado nacional Pablo Carro, ex titular del Adiuc.

Chacón mantiene una vinculación directa con Sergio Massa, el líder del Frente Renovador, y esa es justamente la puerta de entrada al Frente de Todos que espera traspasar para quedar en los primeros puestos de la lista de Diputados.

De hecho, el líder del sindicato de Comercio quedó muy cerca de hacerse un lugar en la Cámara Baja en las elecciones de 2019, participó intensamente de una campaña por momentos descoordinada, y tras quedar afuera siguió trabajando durante dos años con la firme expectativa de que sus aportes serían finalmente valorados.

Espera, en base a ello, quedarse con un lugar expectable en la lista, y a decir verdad, si el peronismo va dividido y los números de las últimas elecciones no experimentan para el Frente de Todos grandes variaciones en Córdoba, los lugares expectables se reducen al primer y segundo puesto.

En los comicios anteriores Chacón apenas logró quedarse con la tercera candidatura, y la confección de esa lista terminó definiéndose con un verdadero escándalo. Es que el titular de Agec era muy resistido por Ilda Bustos y Franco Saillen, y este último pretendía para sí el tercer lugar. Al final, el primogénito del clan terminó quinto en la lista, y permaneciendo en ella incluso ante el pedido público de Alberto Fernández de que bajara su candidatura por haber quedado en medio de las investigaciones iniciadas por lavado de dinero y usura agravada contra distintos integrantes de la conducción del Surrbac.

Por estos días Chacón se dedica a trabajar para hacer crecer al Frente Renovador en Córdoba, organiza un congreso del espacio, y apuesta a que el massismo termine llevándolo a uno de los primeros dos puestos.

Carro, por su lado, quiere renovar su banca en la Cámara Baja, y sabe que para conseguirlo tiene que lograr la conformidad del Instituto Patria. Mientras tanto trabaja conjuntamente con la diputada nacional Gabriel Estévez organizando actividades desde su delegación cordobesa.

Ilda Bustos, otra de las dirigentes gremiales que adhiere al proyecto del Frente de Todos, también pulseó por un lugar expectable en la lista en 2019 y fue, tal vez, quien más enérgicamente cargó contra Chacón, acusándolo de ser parte de la “burocracia sindical”. Cabe esperar que la secretaria general de la Unión Gráfica y adjunta de la CGT Regional conserve su interés en estas elecciones, pero su suerte dependerá, llegado el caso, de lo que el armador del FdT en Córdoba, Carlos Caserio, consiga negociar en Buenos Aires.

Fuera de la CGT, la CTA y del Movimiento de Trabajadores de Córdoba, que buscarán llevar a alguno de sus dirigentes el Congreso a través de la lista de FdT, las 62 Organizaciones Peronistas de Sergio Fittipaldi y Ricardo Moreno también apuestan a conseguir una candidatura, pero en la lista que presentará Hacemos por Córdoba.

La expectativa es llevar un representante a la lista del oficialismo provincial, participar de la campaña, trabajar territorialmente, y dar un paso más en su consolidación como espacio sindical alineado con el Centro Cívico.