Por Ricardo Carpena
Te podés poner de novio con el gobierno de turno, pero lo que no podés es casarte”. Lo afirmó Luis Barrionuevo, ese fabricante de frases memorables (y tan realistas), en el discurso que brindó en la reciente Semana Social de la Iglesia, en Mar del Plata.
El gastronómico explicaba así que para llegar a la unidad sindical “sólo falta que algunos se convenzan”, en alusión a sus colegas que decidieron casarse con Cristina Kirchner y que no tuvieron ni la alegría de la luna de miel.
Pero hay algo que reconocer: este gobierno podrá tratar con indiferencia a todos los sectores sindicales, aun los oficialistas, peronunca puso en peligro la estabilidad laboral de sus dirigentes. La mejor demostración es que, más allá de algunos proyectos que proponen garantías de mayor democratización y transparencia interna, en el segundo semestre del año y a lo largo de 2015 habrá elecciones en diez gremios decisivos, aunque la mayoría se enrolará en las antípodas de los preceptos del alfonsinismo: es decir, tendrán poca renovación y casi nada de cambios.
Camioneros, Comercio, Luz y Fuerza, SMATA, UTA, Trabajadores rurales (UATRE), Obras Sanitarias, estatales de ATE, Sindicato del Subte, Personal Aeronáutico (APTA) y Plásticos son algunos de los que irán a las urnas en los próximos 18 meses. En casi todos los casos hay internas feroces, reelecciones perpetuas garantizadas por estatutos amañados y una realidad política dinámica (acompasada por el recambio presidencial y el fin del modelo K) que incidirá en esos comicios.
En el poderoso gremio mercantil, por ejemplo, se despejó la principal incógnita: Armando Cavalieri (tan coqueto que no quiere decir su edad) buscará una nueva reelección en el Sindicato Capital, de 70.000 afiliados, que dirige desde 1986. Con ese fin anticipó las elecciones para diciembre próximo y buscará mantener la alianza interna con la fracción kirchnerista que lidera Sergio Ortiz, de 36 años, con fuerte inserción en las bases. En la misma época se hará el congreso anual del gremio, que podría mostrar el ánimo de pelea de sindicatos rebeldes que lideran Rubén Ledesma (Oeste), Ricardo Raimondo (Zona Norte) y Orlando Machado (Lanús y Avellaneda), y que propondrían cambiar el estatuto para emparejar las fuerzas con los leales a Cavalieri. Las elecciones en la federación tendrán lugar en 2015, pero cerca del añejo líder descartan peleas: está dispuesto a negociar hasta lo innegociable con sus rivales con tal de lograr otro mandato (¿el último?) en paz.
La Federación de Luz y Fuerza renovará autoridades en un congreso que se realizará en octubre, donde se rompería una vieja tradición: nunca hubo dos listas en disputa. Ahora, tras la muerte de un líder histórico como Oscar Lescano, se enfrentarán el Sindicato Capital, que maneja Rafael Mancuso y que también dirige la federación a través de Julio Ieraci, con una alianza del interior que pilotea Guillermo Moser, subsecretario de la federación y titular del Sindicato de Mercedes. Como en Comercio, aquí no hay peleas entre K y anti-K, sino entre dirigentes que no piensan jubilarse y rivales que, marginados por estilos de conducción excluyentes, buscan llegar al poder.
¿Se presentará Hugo Moyano en las elecciones del Sindicato Capital y Buenos Aires de 2015? Cerca del camionero deslizan que lo va a pensar porque está “algo cansado”. En agosto de 2013 insinuó aClarín que podría retirarse. “No puedo predicar en favor de algo (como el rechazo a la reelección indefinida) que no voy a cumplir”, dijo entonces. ¿Le dejará la posta a su hijo Pablo? Por ahora, sumó el flamante desafío de presidir Independiente para sacarlo a flote. En esa dura tarea lo acompañará Ricardo Cirielli, otro colega que intentará su reelección el año próximo al frente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), donde asumió en 1992.
No peligrará la continuidad de quienes expondrán este año su liderazgo en las urnas, como José Luis Lingeri en el Sindicato Gran Buenos Aires de Obras Sanitarias, ni de aquellos que lo harán en 2015, como Ricardo Pignanelli en SMATA, Gerónimo Venegas en UATRE y Roberto Fernández en la UTA. En el Sindicato del Subte, Roberto Pianelli y Néstor Segovia buscarán la reelección en marzo: confían en que vencerán al PTS y al PO, que podrían unificarse en una sola lista de oposición, sobre todo si logran una bandera histórica como la personería en la compulsa actual con la UTA.
Los aires de pelea se habían instalado en ATE a partir de inesperadas fisuras entre Pablo Micheli y el titular del gremio, Julio Fuentes, que favorecen, en la práctica, al sector kirchnerista que presentará una lista de oposición en las elecciones de 2015. Pero el reciente congreso de ATE dejó aislada a la fracción K de los estatales y unificó las posturas del oficialismo, aunque también influyó una charla en la que el líder de la CTA opositora y Víctor De Gennaro limaron asperezas. En el Sindicato del Plástico sucede exactamente lo contrario. Hay una batalla campal entre los hermanos Murúa: Alberto conduce el gremio moyanista y apartó a Juan Carlos, su secretario gremial. En medio de fuertes acusaciones, que incluyen el manejo de fondos y los celos por la exposición mediática y los contactos políticos, competirán en elecciones a fines del año próximo.
Cuando esa batalla fraternal estalle, increíblemente todavía le faltará un año de mandato a Ramón Baldassini, el inoxidable dirigente de los telepostales que conduce FOECYT desde 1963. Otro de los novios perpetuos de un poder que termina enamorándose, por lo visto, de gente experimentada.
Comentá la nota