-Las cosas comenzaron algo complicadas, pero finalmente arribaron a buen puerto.

-Así es, y antes que nada quisiera agradecer las gestiones realizadas por la Rel UITA y por la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (Felatrac) en este proceso de negociación que se extendió entre el 10 y el 31 de marzo.

La empresa tuvo que entrar en doble jornada y eso aceleró la negociación, que involucraba 11 cláusulas del convenio colectivo y 9 de violación al código de trabajo.

Pudimos resolver algunos temas inmediatos, como la incorporación de ayudantes generales en algunas áreas, y quedó conformada una mesa de seguimiento.

Quedaron entonces pendientes tres cláusulas que se resumen en una sola, relacionada con la decisión unilateral de la compañía de modificar beneficios. Esto –que tiene que ver con un bono navideño– queda pendiente como primer punto para negociar el nuevo convenio colectivo.

-¿Qué otros puntos destacarías del acuerdo?

-Sobre todo los que refieren a la reestructuración de las rutas de ventas. Estamos trabajando en eso, debe quedar lista dentro de tres meses a partir del acuerdo.

La idea es que se mejoraron las condiciones de trabajo, evitando sobrecargas.

-Esta negociación encuentra un sindicato maduro y fuerte que contó con el respaldo de organizaciones hermanas tanto a nivel nacional como internacional.

-Afortunadamente pudimos hacer frente a algunas trabas impuestas por funcionarios administrativos que no entienden mucho de relaciones laborales.

Para eso contamos con la decidida solidaridad de clase de otros sindicatos nucleados en la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (Fuclat), además, como ya mencioné, de la Rel UITA y de la Felatrac.

Quiero agradecer en particular a los compañeros Raúl Álvarez y Pablo Quiroga y a ti Gerardo por hacer visible nuestra problemática y por vuestra solidaridad.

Creo que a FEMSA le queda claro que el sindicato defenderá a rajatabla sus derechos y conquistas hasta la nueva negociación del próximo año.