Lavagna, Cristina y Solá se reparten las fichas gremiales
Bajo la consigna sostenida de que las soluciones deben ser políticas y no sindicales, el movimiento obrero transita pasos importantes en año electoral, siempre en división eterna. Rumbo a las urnas, establecida ya la Mesa Sindical Lavagna 2019, la lista de presidenciables con chance de respaldo gremial destaca a Cristina Fernández, a la espera de su definición de postularse y en otro escalón a Felipe Solá. Respecto al escenario exclusivo de la representación de trabajadores la movilización del 4 de abril no es ajena a las estrategias de campaña política y reserva un mosaico de gestiones, especulaciones e intrigas clásicas.
El capítulo Lavagna 2019, que tuvo base en otro almuerzo de mesa chica también Gastronómicos hace algunos meses, germinó en volumen de organizaciones. Hubo considerable impacto de la tertulia política aún bajo el estilo cauteloso del ex ministro y quedaron ejes concretos de objetivos y tónica. En simultáneo la movilización del 4A -a falta de un paro general- se traza como una reacción impostergable contra la gestión del Gobierno. Incluso los sindicatos con mejor relación con la Casa Rosada asumen que sobran evidencias para ganar al menos la calle desde las estadísticas de empleo, inflación, pérdida de poder adquisitivo e incertidumbre sostenida bajo la tormenta económica sin fin.
“Cuando nos querramos dar cuenta, vamos a estar todos llorando”, Ricardo Pignanelli (Smata)
Pensando en pasado mañana, entre los que almorzaron con Roberto Lavagna prevaleció el entusiasmo para emprender el tramo de campaña con un candidato amable con los ejes del peronismo y a distancia espacial de cualquier atisbo "K". En la misma evaluación algunos tampoco ocultaron la mesura sobre la movilización de abril. Para esa convocatoria algunas respuestas transitaron el "estamos conversando", otros remarcaron que no hay relación ni contradicciones entre la marcha y el aval al ex ministro, mientras que -con picardía- algunos ironizaron que no se ha derogado todavía el clásico "vayan ustedes que yo acompaño", matiz con una pizca de humor político. Para los carriles electorales el Frente Sindical (FS) que comandan Pablo y Hugo Moyano, sobre la base de la Corriente Federal (CFT) de Sergio Palazzo, Horacio Ghilini y Héctor Amichetti, se aguarda expectante la definición de Cristina Fernández. Algunos referentes de este sector tienen como plan B a Felipe Solá.
Mientras tanto los sindicatos industriales, con la UOM al comando siguen en la construcción del 4A con la mayor convocatoria posible. Más que un detalle protocolar fue que el metalúrgico Abel Furlán haya piloteado la adhesión de laCTA Perón a la marcha. La central de Ricardo Peidró no ahorra críticas para sus pares del sindicalismo nacional desde hace años. El bloque industrial logró que la central de Azopardo ponga fecha a corto plazo para salir a las calles sin el valor agregado de un paro general del cual se habla poco y se vislumbra menos. Algunas palabras del titular de Smata, Ricardo Pignanelli, sobre la coyuntura fabril del país lograron la adhesión a un textual que al decir incluso de empresarios nacionales revela más que los datos de la economía. "Nos entretienen con juicios y denuncias y cuando nos queramos dar cuenta vamos a estar todos llorando", se sinceró el mecánico.
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