La actividad laboral se reanuda de manera secuencial en algunos rubros. En el medio de una pandemia que generó la paralización de la economía, la reactivación requerirá de un diálogo social entre distintas partes. Así lo entienden algunos dirigentes gremiales que señalan como propuesta, convocar a distintas partes para hacer frente a un escenario pospandemia.
“En noviembre del año pasado planteamos que estábamos ante una emergencia social y laboral. Ahora no lo decimos sólo nosotros, también la misma Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, expresó a El Litoral el titular de las 62 Organizaciones Sindicales Peronistas y secretario adjunto del Sindicato de Telefónicos de Corrientes, Rodolfo “Tito” Cerdán.
El representante gremial indicó que en este contexto de pandemia de covid-19 se están produciendo desigualdades diversas, de acuerdo con “el tamaño de la empresa, con el rubro”, y que, a su vez, se está “generando un nuevo escenario en el mundo laboral”.
Una de ellas es el teletrabajo que, ante las medidas de prevención como el aislamiento social preventivo y obligatorio, ha sido, en medio de la emergencia, “una solución para muchas actividades”. Sin embargo, para el sindicalismo abre nuevos interrogantes, especialmente en lo que respecta al derecho de los trabajadores. “Es necesario ver cómo se compensa porque, en muchos casos, se extiende la jornada laboral desde la casa”, señaló el representante sindical.
También, se debe tener en cuenta que es una nueva forma de trabajar para algunos sectores que anteriormente lo hacían de manera presencial. “Hay que ver cómo compensar esa invasión a la vida familiar de los trabajadores, ver y generar espacios y condiciones acordes para los trabajadores”, indicó. A esto se suma si tienen los elementos necesarios para desarrollar sus funciones.
Uno de los puntos que genera discusión está relacionado con la ART. “Hay que encontrar un mecanismo para que las aseguradoras reconozcan, si surge una contingencia en horario laboral en el hogar, para que se reconozca como accidente laboral”, señaló. Hasta el momento, los asalariados no estarían resguardados.
El teletrabajo, si bien no es un fenómeno novedoso, ya tiene su historia que evoluciona, quizás a paso más lento que internet, la emergencia empujó a varias actividades a desarrollar esta nueva dinámica. Y nuevamente, el fenómeno avanza más rápido que las reglamentaciones.
Algunos sectores de tradición presencial como la Federación Judicial Argentina (FJA), con adhesión de Sitraj, cuyo documento fue anticipado por El Litoral, fijaron postura. Indicaron que se “trata de una nueva modalidad”, que requiere de acuerdos paritarios para su instrumentación.
Por su parte, el representante de las 62 Organizaciones hizo autocrítica de la dirigencia sindical y señaló que este nuevo escenario, como el de teletrabajo sin acuerdos previos, conlleva que el sindicalismo podría “no tener la fuerza necesaria”. Los ejes, según expuso, son la unidad y la solidaridad. “Si la actividad es individual, no habrá unidad. Y si no hay unidad, no hay solidaridad”, manifestó.
Señaló que es necesario, además, que se tenga en cuenta en las futuras discusiones la aparición de nuevos actores: las organizaciones sociales que nuclean a los trabajadores informales, que han sido “negados por el sindicalismo”, según evaluó; y los trabajadores de plataformas. Estos no tienen un encuadre legal particular e incluso ha colisionado con otros sectores, como el ya conocido caso de Uber.
La llamada “uberización de la economía” es un nuevo fenómeno con impacto en el mundo del trabajo. Los servicios de logística contribuyen a ser argamasa entre las transacciones en pantalla y en el mundo físico. Algunos sectores, desde una perspectiva determinista, hablan simplemente de adaptación a las nuevas tecnologías, como si se traspolara la teoría darwiniana y ésta sólo se acotase a la supervivencia del más fuerte. Otros, en cambio, hablan de reconversión, como sucedió en una oficina correntina de un gigante de las telecomunicaciones. Se acordó con la entidad gremial mantener puestos laborales, y derechos como capacitaciones y la categoría de los trabajadores como producto de un cambio tecnológico, previo a la pandemia.
No obstante, la cuarentena generó nuevos escenarios. Cerdán explicó que es necesario promover el diálogo social para levantar la economía. Por ello, el principal desafío “será recuperar la confianza entre las empresas y el sector del trabajo”. En Corrientes las 62 Organizaciones prepara un documento que analiza estos aspectos pero también una propuesta. Una de ellas, es la apertura de una mesa, ya no más tripartita, sino con cuatro patas que convoque el Estado a las empresas, sindicatos y organizaciones sociales.
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