Reclaman un plenario que elija nuevas autoridades en Mendoza. La conducción espera la normalización nacional.
Doce sindicatos de la Mesa Coordinadora del Movimiento Sindical por la Lealtad le reclamaron al secretario general de la CGT, Rodolfo Calcagni, “convocar un plenario” en el que “se pueda concretar la tan ansiada y necesaria normalización en unidad de nuestra CGT”.
En una nota que llevaron personalmente a la sede del Sipemom (del cual es titular Calcagni) manifestaron que “nos mueve la imperiosa necesidad de tener una organización fuerte y representativa, hoy más necesaria que nunca para la defensa de los derechos de los trabajadores”.
Previamente pasaron por la descuidada sede de la CGT de calle 25 de Mayo. Y destacaron “la acuciante situación social, provincial y nacional”.
El próximo lunes estará en la provincia el metalúrgico Horacio Otero (secretario de organización de la CGT nacional de Antonio Caló) y se reunirá con los titulares de gremios partidarios de una normalización en Mendoza.
La actual conducción que encabeza Calcagni tiene su mandato vencido y prorrogado desde hace más de un año y la organización no muestra una presencia activa.
Calcagni no se pronunció ayer sobre la nota que le presentaron pero dirigentes que lo acompañan remarcaron que “de ninguna manera nos oponemos a la normalización pero para que ésta sea válida debe haber una presencia nacional”.
Es decir que hasta el próximo 22 -fecha de la anunciada 'unidad' nacional de las centrales sindicales- la actual conducción no tiene previsto apurar el proceso.
En igual sentido se pronunció el titular del gremio mercantil -y diputado provincial massista- Guillermo Pereyra. “Naturalmente se ordenará todo en Mendoza, pero acá no hay autonomía para un proceso local”, dijo. Y no mostró interés en participar “si la normalización apunta sólo a conformar un polo de oposición política”.
En mayo pasado, un plenario de secretarios generales de la CGT en el Sindicato de Canillitas intentó encarar la normalización y una comisión interna llegó a redactar el borrador de un nuevo reglamento que habilitaba un proceso local de renovación de autoridades.
Pero el rechazo frontal del secretario general del Supeh (petroleros estatales), Jorge Córdova -contra un proceso local sin participación nacional- derivó en la postergación del intento.
Por entonces, Calcagni dispuso un cuarto intermedio del que nunca se volvió hasta la actualidad. Ayer los gremios le reclamaron “que resuelva el cuarto intermedio, en una rápida decisión que nos ponga a la altura de la responsabilidad asumida y de las circunstancias”. Tanto Calcagni como Córdova provienen del peronismo tradicional y participan del moyanismo.
La misiva lleva las firmas de los dirigentes de los sindicatos gráfico, lechero (Atilra), ferroviario (Unión Ferroviaria), aguas gaseosas (Sutiaga), Televisión (Satsaid), IPV, Visitadores Médicos, hielo, mineros (Aoma), docentes privados (Sadop), prensa y estatales autoconvocados (Sitea).
Se trata de dirigentes cegetistas de buenos vínculos con las dos ramas de la CTA que encabezan el SUTE y ATE, los dos gremios con mayores enfrentamientos con el gobierno provincial de Alfredo Cornejo.
Unos y otros comparten la Intersindical, una organización de gremios de trabajadores públicos y privados de las centrales sindicales con conducción mayoritariamente kirchnerista o de izquierda.
Se trata del sector sindical que mayor presencia pública ha mostrado en los últimos tiempos a través de marchas y movilizaciones. Y que propicia “una CGT en la calle contra el ajuste”.
Entre sus dirigentes se encuentran Oscar Arancibia -ex subsecretario de Parques y Zoológicos de la gestión de Francisco Pérez- y secretario general de Aguas Gaseosas; Marcelo Aparicio de la televisión, Rolando Firmani del gremio lechero y María Ester Linco Lorca de docentes privados.
La actividad sindical en Mendoza se desarrolla mientras en Buenos Aires, el presidente Mauricio Macri intenta coptar al gremialismo peronista. El martes, ante dirigentes gremiales de los tres sectores de la CGT, anunció el pago de parte de la deuda que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales desde hace una década.
Y apuesta a que la próxima conducción de la CGT esté integrada por los actuales diputados massistas de origen sindical Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Héctor Daer (Sanidad) además del moyanista Juan Carlos Schmid, del Transporte.
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