El mundo sindical apostó este jueves a la masividad de la convocatoria en una movilización sin acto ni columnas unificadas. Las calles porteñas vivieron un día caótico, en el que se escenificó el poder de convocatoria de cada sector. Quedó también en evidencia la pelea abierta en torno a la continuidad o no de las medidas de fuerza, más allá del repudio compartido a las políticas económicas de Cambiemos. La lluvia que sorprendió con la abrupta entrada de un frente frío este mediodía no impidió que los aparatos gremiales garantizaran el aporte de cada uno para copar las avenidas Rivadavia y Entre Ríos. La conducción de la CGT lideró una columna que partió desde Plaza Miserere, con fuertes aportes de militantes de Sanidad, UPCN y Obras Sanitarias, entre otros. Encabezaron la marcha los cosecretarios Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a otros dirigentes como el histórico Armando Cavalieri, de Comercio. Otros sindicalistas eligieron mantenerse dentro de la columna de su gremio, como José Luis Lingeri, muñido de un paraguas verde del Sindicato de Obras Sanitarias. Carlos Acuña: "El responsable del hambre en la Argentina es el Gobierno" El Frente Sindical —que lideran los Moyano, el bancario Sergio Palazzo y Ricardo Pignanelli, del Smata— concentraron en el cruce de las avenidas Belgrano y Entre Ríos para confluir en un palco frente al Congreso. A pesar de la movilización separada, integrantes del Frente y, en particular, de la Corriente Sindical que lidera Palazzo habían trabajado junto a la CGT para preparar un proyecto de ley que fue presentado hoy en el Congreso. Cerca de la 1:30 entraron al Congreso, por la entrada de Combate de los Pozos. Para diferenciarse de la cúpula cegetista, sin embargo, los frentistas organizaron sobre Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos un palco donde acompañaron la lectura de un documento Palazzo, Pablo Moyano, Hugo Yasky, Omar Plaini y Héctor Amichetti, entre otros. Juan Carlos Schmid y Hugo Yasky presionan para convocar un paro nacional con la CGT Palazzo informó que el Frente decidió convocar "para el 11 de Abril a todas las regionales de CGT y a todos los sindicatos confederados a un Plenario para fijar la fecha de un paro nacional". Referentes de este sector confirmaron a PERFIL que la intención es lograr una medida que cuente con el aval de toda la CGT. Pero otras voces no descartan avanzar en la convocatoria de una medida de fuerza sin esperar el apoyo de la conducción cegetista, que ya amagó con convocar al que sería el quinto paro contra Mauricio Macri a fin de año pasado y en marzo, durante una reunión con el FMI.  Junto al Frente se movilizó también la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), liderada por Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Omar Maturano. También hubo aportes de los movimientos sociales, como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la CCC. Además, confluyeron en la marcha los sindicatos de docentes y los estatales de las tres vertientes de la CTA. En algunos casos, como el de la CTA Autónoma de Capital que se congregó temprano en Perón y Callao, también organizaron actos en la previa de la marcha con reclamos propios. La izquierda política y sindical decidió movilizarse con consignas propias y lejos de los jerarcas de la CGT. Por la mañana, el Nuevo Más cortó la intersección de Callao y Corrientes. También hubo un corte en la 25 de Mayo y 9 de Julio, en este caso organizado por el Frente de Organizaciones en Lucha. Más tarde, los integrantes del Frente de Izquierda se dieron cita, junto a organizaciones sociales como el Polo Obrero y Barrios de Pie - Libres del Sur, en el Obelisco. Frente Sindical. Desde allí los gremios clasistas marcharon hacia Plaza de Mayo, con críticas al gobierno y a la central peronista. “Hay que unificar al movimiento obrero y llamar a un paro general con movilización”, pidió Alejandro Crespo, secretario del gremio del neumático e integrante del Partido Obrero. En el caso de los movimientos sociales, desde el Obelisco partieron al Ministerio de Salud y Desarrollo Social para intentar llevar adelante un acampe.