La pandemia aceleró algo que se estaba gestando lentamente en el ámbito laboral: el trabajo a distancia trajo además nuevas formas de relacionarnos y los sindicatos no fueron la excepción. ¿Cuáles son los nuevos desafíos y cómo impactó en la relación con sus afiliados? Conversamos con Gastón Berenstein, fundador de SociosPlus.la sobre la importancia de la tecnología aplicada a los gremios.
La pandemia aceleró algo que se estaba gestando lentamente en el ámbito laboral: el trabajo a distancia trajo además nuevas formas de relacionarnos y los sindicatos no fueron la excepción. ¿Cuáles son los nuevos desafíos y cómo impactó en la relación con sus afiliados? Conversamos con Gastón Berenstein, fundador de SociosPlus.la sobre la importancia de la tecnología aplicada a los gremios.
Con la aparición del Covid-19 la sociedad se enfrenta a múltiples desafíos a nivel sanitario, educativo, y por supuesto laboral. El trabajo sufrió mutaciones a raíz de las restricciones de circulación, mientras el impacto económico aumentó el desempleo y el Estado tuvo que salir a asistir a las pequeñas y medianas empresas para poder sostener los puestos de trabajo.
No obstante esto, múltiples sectores empresariales vieron la posibilidad de profundizar la flexibilización laboral, sobre todo con los trabajadores esenciales y los no registrados, a pesar del decreto del gobierno nacional que prohibía los despidos. Ahí mismo es donde se necesita un sindicato presente ante un contexto adverso.
Indudablemente, la pandemia también aceleró el acercamiento de las personas a la tecnología, incluso en los grupos que se encontraban más alejados a esta: abuelos se comunican con sus nietos por video-llamadas, trabajadores esenciales solicitan permisos para circular a través de una app desde el celular, estudiantes cursan sus asignaturas por zoom; son algunos ejemplos de cómo la pandemia comenzó a cambiar la vida de las personas en general.
Los sindicatos no son ajenos a este cambio, los trabajadores debieron adaptar sus labores cotidianas para cumplir con los protocolos establecidos según su zona, y dichas organizaciones gremiales debieron continuar brindando sus servicios a quienes representan.
En muchos casos, sus afiliados sufrieron la reducción en alguno de los servicios como pueden ser la entrega de útiles escolares, que en muchos casos no se otorgaron para evitar la circulación.
Podemos decir que, en algunos casos, el sindicalismo logró adaptarse, puertas adentro, de forma parcial a esta nueva realidad. Muchos sindicatos ya venían utilizando los grupos de WhatsApp como plataforma de comunicación entre delegados y la comisión directiva. Otros utilizaban las redes sociales o sus blogs para comunicar masivamente noticias relevantes. Para los sindicatos que no utilizaban estas herramientas, fue muy difícil la implantación forzada, ya que no estaba en su cultura organizacional. Por ejemplo, no se puede crear una página de Facebook con un número importante de seguidores afiliados en unos meses, sino que lleva tiempo de difusión y generación de contenidos que aporten valor para la mayor parte de los trabajadores, en general hablamos de años.
Gastón Berenstein es un programador interesado en cuestiones gremiales y fundó SociosPlus.la al observar las problemáticas del sector, y atento a estas cuestiones notó que hubo dos actividades sindicales que particularmente se vieron afectadas negativamente: la entrega de beneficios y la recaudación.
“Es una realidad que los beneficios que brindan los sindicatos para sus afiliados se vio drásticamente afectada, casi en su totalidad. Si bien, por el contexto actual, esto es entendible para ciertos tipos de beneficios, hay otros que se podrían seguir otorgando sin descuidar el distanciamiento social”, explica Gastón y agrega: “Otra consecuencia que generó esta pandemia es la reducción en la recaudación de los sindicatos. En cuanto a los aportes obligatorios y sindicales que realizan los trabajadores, podemos deducir que, al reducirse la circulación, muchos trabajadores de los rubros más afectados vieron disminuidos sus ingresos. Pero este no es el único motivo de baja de recaudación. En muchos casos, los sindicatos no ofrecen formas de pago que minimicen la circulación de los trabajadores o empleadores, según sea el caso. Ahí también pensé en facilitar esto incluyendo el Pago Fácil. Si un trabajador o empleador normalmente debe acercarse físicamente al sindicato o a un banco para realizar el pago de los aportes, es probable que durante el confinamiento esto no suceda, y los pagos se posterguen”.
Berenstein señala que “muchos sindicatos creen contar con un sistema de gestión, y en realidad lo que utilizan son ciertos programas que cumplen funciones específicas, cada uno de forma independiente del resto. A esto podemos llamarlo ‘digitalización de procesos’, pero no necesariamente apunta a la transformación digital”, y ejemplifica: “generalmente tienen un software para recaudar, que permite que los empleadores abonen los aportes de los trabajadores, y quizás extraer algún que otro reporte. El problema es que la información que se genera en estas transacciones es de mucho valor, y no es capturada por estos programas ni cruzada con otros datos para contar con una visión completa de la organización y sus representados”.
Al respecto, cita casos extremos donde hay sindicatos que “no utilizan la informática como medio de organización para nada, ni siquiera tienen una computadora en el escritorio de la persona que recibe a los afiliados. La información es almacenada en ficheros físicos, de forma repetida. Por ejemplo, cada vez que se acerca un afiliado, se le pide una copia del carnet y esta copia es almacenada en estos ficheros, cada vez que el afiliado solicita un beneficio”. Y aclara: “En estas condiciones, es muy difícil tomar decisiones basadas en información, ya que esta última no está disponible ni organizada inteligentemente”.
La experiencia en tecnologías y su interés por el mundo sindical llevó a Gastón Berenstein a hacerse una simple pregunta: ¿Cómo puede la tecnología ayudar a cumplir los objetivos de un sindicato? Pero antes tuvo que preguntarse cuáles eran esos objetivos: “Siempre debemos poner por delante la protección de los derechos del trabajador, y la tecnología debería acompañar este objetivo. No debemos usar tecnología sólo porque esté de moda o porque nos vendan que es el mejor programa. A veces, un sindicato se encuentra en una etapa de evolución tecnológica muy atrasada, y un software de gestión puede no ser la mejor solución para este caso, al menos en las primeras etapas de su transformación digital”.
Al intentar definir cuál es el objetivo que persigue un sindicato, Berenstein identifica principalmente tres:
- Proteger los derechos del trabajador.
- Luchar por un salario digno.
- Otorgar a los afiliados el mayor número de beneficios posibles.
Y concluye en que estos tres objetivos pueden alcanzarse más eficientemente con el uso de la tecnología.
“Si contamos con una plataforma para que los trabajadores puedan denunciar anónimamente o no, acoso laboral, horas extras no pagadas o condiciones laborales insalubres, y podemos realizar seguimiento de estas denuncias, estaríamos protegiendo los derechos laborales de los más vulnerables”.
En la lucha por un salario digno destaca que “contar con una plataforma de recaudación eficiente permite extraer estadísticas de salarios para cada categoría, rubro, comercio, zona, etc. Además, permite disparar alertas cuando se declaren salarios por debajo de lo que figure en los convenios. También permite planificar inspecciones de forma eficiente a empleadores donde podrían existir trabajadores no registrados. También, facilita las negociaciones colectivas, al contar con esta información de primera mano”.
En tiempos de pandemia el acceso a los beneficios de los afiliados se puede resolver “con una app, sin tener que ir personalmente al sindicato ni tener que adjuntar repetidamente la misma documentación. Por ejemplo, el afiliado puede solicitar un reintegro por una compra de anteojos recetados en una óptica. Esta plataforma podría validar primero si el afiliado está en condiciones de solicitar dicho beneficio, el afiliado luego podría adjuntar toda la documentación (receta, factura, constancia de CBU, DNI) a través de la app, y luego un empleado del sindicato podría recibir la solicitud en una plataforma web para aprobar o rechazar la misma según sea el caso. Finalmente, se le puede enviar una transferencia al afiliado y, de esa manera, hemos otorgado un beneficio sin contacto físico ni documentación innecesaria”.
De la respuesta a todas estas preguntas surgió la idea de crear SociosPlus.la, para contar con una plataforma de gestión sindical que integre todas las áreas y que acompañe a los objetivos de cada sindicato, “es un gran paso hacia la transformación digital de la organización” afirma Gastón Berenstein.
“Además, una plataforma así permite gestionar el padrón de afiliados de forma más eficiente. Muchas veces dentro de un sindicato no tenemos claridad sobre la cantidad real de afiliados. Este dato que parece ser fácil de obtener, casi siempre cuesta saberlo, porque existe información repetida en la organización. Por ejemplo, cuando a un afiliado se le pierde el carnet, se le otorga uno con número nuevo, y en los registros queda duplicado.
Sucede lo mismo con el grupo familiar del afiliado. Si quiero organizar un evento para el día del niño, ¿no sería relevante saber con cuántos hijos de afiliados por rango de edad cuenta el sindicato?”
El uso inteligente de la tecnología en un sindicato, no solo ayuda a cumplir nuestros objetivos de forma más eficiente, sino que además permite disminuir costos fijos repetitivos y redistribuir los recursos de la organización. “No es un proceso que se hace en poco tiempo, sino que lleva tiempo y debe ser debidamente planificado. Es importante recalcar que, como la transformación digital se trata de un cambio cultural dentro de la organización, debemos contar con el apoyo de toda la comisión directiva durante todo el proceso, pero en especial del/la secretario/a general”.
La pandemia puso en crisis al mundo en general, y el ámbito laboral no es la excepción. Las nuevas tecnologías son herramientas que históricamente fueron resistidas por los trabajadores que vieron en ellas a un enemigo que venía a reemplazar la mano de obra humana. La historia también ha demostrado que el avance tecnológico es inevitable. El sindicalismo tiene el desafío de hacer de estas herramientas un aliado en el combate por las mejoras en los derechos laborales de sus afiliados. Porque el futuro, ya llegó.
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