Los gremios moyanistas de la CATT debatirán el 26 de este mes una estrategia más dura durante un plenario, mientras que sus rivales de la UGATT, con quienes están en contacto, harán un encuentro previo, el 20, junto al sector de Luis Barrionuevo.
Por: Ricardo Carpena.
Los sindicatos del transporte están divididos por motivos políticos y personales, pero ya comenzaron a actuar en forma conjunta para presionar a la CGT: exigen que se decida en forma urgente otra medida de fuerza contra el gobierno de Javier Milei, entre críticas a la falta de reuniones de la central obrera y la indefinición sobre la continuidad del plan de lucha iniciado el 24 de enero.
El cotitular de la CGT Pablo Moyano (Camioneros) anticipó la semana pasada que la central obrera podría concretar su segundo paro general contra el Gobierno a fines de marzo o principios de abril, pero el anuncio fue hecho a título personal, sin el aval de sus colegas: el Consejo Directivo cegetista no se reúne desde antes del paro con movilización de enero pasado y solamente la mesa chica de la entidad tuvo un encuentro informal a fines de febrero para analizar la situación socioeconómica.
Hasta ahora, la estrategia de la CGT fue priorizar las protestas iniciadas en forma individual por cada sindicato contra el ajuste y la reforma del Estado impulsada por el gobierno libertario, pero el malestar de la dirigencia sindical ya comenzó a complicar los plazos que se impuso la conducción cegetista.
Carlos Acuña y Omar Maturano, dos de los líderes de la UGATT
En las últimas horas, se tendieron puentes entre la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), dominado por el moyanismo a través de Pablo Moyano y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), y la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), que se reflotó en 2022 para competir con aquella agrupación y que integran antimoyanistas como Omar Maturano (La Fraternidad) y Roberto Fernández (UTA) y el barrionuevista Carlos Acuña (estaciones de servicio).
El enlace entre ambas entidades fue el titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, secretario adjunto de la CATT, quien tomó contacto con Maturano, uno de los dirigentes sindicales más enfrentados con el gobierno de Milei (La Fraternidad, el gremio que lidera, realizó un paro de 24 horas el 21 de febrero pasado para reclamar por un aumento salarial). La idea es coordinar esfuerzos para realizar cuanto antes una medida de fuerza en demanda de “paritarias libres” (se quejan de que la Secretaría de Trabajo no está homologando acuerdos salariales), la derogación del DNU 70, la solución al problema de los jubilados y en contra de la restitución del Impuesto a las Ganancias.
Ante la “pasividad” de la CGT, Maturano compartió un asado este jueves con Carlos Acuña, cotitular de la CGT e integrante de UGATT, y el líder del Sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo: hablaron sobre la necesidad de avanzar con una protesta nacional y lo debatirán el miércoles próximo con dirigentes de unos 70 gremios (entre ellos, los de la CGT Azul y Blanca que pilotea Barrionuevo) en un camping sindical ubicado en la provincia de Buenos Aires.
El Sindicato de Aeronavegantes, que lidera Juan Pablo Brey, quedó más cerca de realizar una medida de fuerza
En sintonía con esa iniciativa, los gremios moyanistas que integran la CATT realizarán un plenario el 26 de este mes en la sede del Sindicato de Peones de Taxis, en avenida La Plata al 1500, para discutir su estrategia. Lo organizan gremios como Camioneros; la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que lidera Pablo Biró; la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), encabezada por Juan Pablo Brey; el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), cuyo titular es Raúl Durdos, y el Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la Argentina, conducido por Graciela Aleña, entre otros.
El gremio de pilotos fue uno de los que realizó el paro aeronáutico del 28 de febrero pasado, que causó trastornos para más de 20.000 pasajeros, y ahora el sindicato de aeronavegantes realizó este miércoles una asamblea extraordinaria en la que se declaró en “estado de alerta y movilización” y podría disponer protestas en forma inminente: facultó a su conducción, que dirige Brey, para aplicar “un plan de lucha y tomar las medidas gremiales que considere oportunas ante el complejo escenario que se encuentra atravesando nuestro sector y, particularmente, nuestra aerolínea de bandera”.
Pese a los gestos de unidad en el transporte, hay fisuras evidentes en la dirigencia: en el asado presidido por Maturano, el secretario de Prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Mario Calegari, advirtió que no se juntará “con los traidores”, en alusión al encuentro de la semana pasada entre miembros de la CATT como Pablo Moyano con Néstor Segovia, secretario adjunto de los metrodelegados, con el que aquel gremio mantiene una feroz disputa por la representación de los trabajadores del subte. Por eso esta “unidad en la acción” entre la CATT y la UGATT puede prosperar por el grado de resistencia a las políticas del Gobierno, pero no disimula los conflictos internos.
Comentá la nota