Los trabajadores efectivos de la industria del pescado en Mar del Plata transitan el sexto mes del año sin que todavía siquiera hayan recibido una suma a cuenta del cierre de la paritaria cuando la inflación entre enero y mayo alcanzó el 12%.

La negociación en la rama del fresco y la conserva se ubica en distintos casilleros del tablero. Mientras el del Convenio 161/75 desde la semana pasada está en la misma posición, el 171/75 de la conserva avanza, aunque despacio.

La oferta de CaIPA la semana pasada del 25% en cuatro cuotas no conmovió a nadie en la calle 12 de Octubre. La patronal ofreció 5% en marzo, 5% en abril, 5% en mayo y 10% en julio para redondear el 25% que solicitaba Cristina Ledesma en una de las últimas reuniones.

“Queremos todo en una sola cuota retroactiva a marzo” contestaron en el gremio de los obreros del pescado, donde no ponían obstáculos en que una parte figure como suma no remunerativa de modo de bajar el costo laboral para las empresas.

Mientras el dólar sigue subiendo y en Mar del Plata ayer perforó el techo de los $ 28, en CaIPA dejaron trascender que podrían mejorar la oferta y estirarse a reducir el plan de pagos en menos cuotas y todo dentro del primer semestre de modo que impacte en el aguinaldo que deben pagar en estos días. En el gremio también miran la evolución del dólar y esperan.

El nivel de actividad en los frigoríficos es pobre y todos esperan que pueda llegar langostino para descabezar desde la Patagonia. Hasta ahora los Delegados de algunas empresas procesadoras fueron a consultar para ponerle un número al kilo. La oferta recibida oscila entre los $ 3,50 y $ 4,10 por kilo.

Con la Cámara de Industriales del Pescado el diálogo parece más fluido. Salvo La Campagnola, que asoma como un mundo aparte dentro del negocio, Delicias, Supremacía, Natusur, Coopeca, Centauro y Marbella muestran escaso nivel de actividad.

Desde la cámara formularon dos propuestas: una de 25% desdoblado en tres cuotas, 10% en abril, 10% en julio y 5% en enero de 2019. La otra, el 22% en dos cuotas iguales en abril y julio, con la mitad no remunerativa.

El gremio rechazó ambas y contraofertó; mejoró la primera opción al pedir arrancar con un 15% en abril. Del otro lado del escritorio hicieron lo mismo: “Olvídate del 30%. No sabemos cómo hacer para generar trabajo, tampoco podemos hacer locuras”, confió un industrial, aunque reconoció que el acuerdo está “en etapa de definiciones”.