Dirigentes reclamaron este jueves ante Desarrollo Social de la Provincia y la Municipalidad para que bajen mercadería para distribuir entre trabajadores del sector.
En el principal puerto pesquero del país, dirigentes del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado deben recorrer despachos oficiales y esperar largas horas para ser atendidos con el propósito de solicitar bolsones de alimentos no perecederos para distribuir entre sus afiliados y trabadores precarizados, de modo que éstos puedan tener qué comer en la mesa de fin de año.
Ayer fue un día largo y tedioso para los enviados de Cristina Ledesma a la sede del Ministerio en el edificio del Banco Provincia. Desde la oficina de Promoción y Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes habían prometido una ayuda que al cierre de esta edición no había llegado.
Al menos en los términos que se habían comprometido ante la Secretaria General del sindicato. “Mandaron 470 pollos… una vergüenza”, confió uno de los dirigentes que hacía guardia en espera de una mejor respuesta.
En Desarrollo Social de la Municipalidad la suerte no fue mejor. La retención de tareas que aplican los empleados municipales ante la falta de acuerdo paritario ha complicado toda la logística de asistencia.
Desde el sindicato advirtieron que la crisis que atraviesan sus obreros ya no es laboral sino social. En los días previos a Navidad el salón de reuniones donde todos los jueves se juntan los Delegados, ofició de lugar de desempaque de bultos con alimentos no perecederos que se fraccionaban en distintas bolsas de consorcio.
“Estábamos en un promedio de 400 bolsas de comida por mes para los más necesitados y ahora pasamos casi a 600 bolsas y no damos abasto. Es una sensación horrible entregar comida a los compañeros pero es la situación que nos toca vivir”, dijo Ledesma.
El gremio ha venido solicitando con insistencia un subsidio para los obreros registrados bajo convenio pero más allá de las reuniones y compromisos asumidos por funcionarios de la cartera laboral de la Provincia, no hay certezas de que pueda concretarse.
Este año en el puerto de Mar del Plata se descargarán casi 50 mil toneladas menos de productos de origen marino en relación al año pasado. Se trata mayormente de pescado fresco como merluza y especies del variado costero que activaban el circuito de procesamiento.
Desde Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires anticiparon que trabajan en un plan para aumentar el nivel de procesamiento de langostino en Mar del Plata en la temporada 2019. Si eso se concreta, será en el segundo semestre del año. Mientras tanto, ni mercadería.
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