Ante la muerte de “El Flaco” Figueroa. Nunca lo vi de malhumor. Tampoco entreverado en roscas políticas. Siempre leal a su organización y dispuesto a contribuir desde abajo. El Flaco nunca aparentó con su cargo en la dirección de la UATRE. Supo ser un gaucho más entre la peonada.
En una entrevista realizada en 2017, Carlos Figueroa manifestaba de manera frontal: “Como dirigentes somos los que tenemos que acercarnos a las bases porque las brechas que se han abierto en los últimos tiempos son muy grandes”.
“El trabajador está muy solo. Desde la dirigencia falta el contacto con la realidad de los trabajadores y trabajadoras, falta la consulta a la hora de negociar en las paritarias. Estamos negociando según nuestro criterio, pero sin discutir con la base, si es eso lo que quieren o necesitan”.
El Flaco la vio venir.
Junto a la UITA intervino en varias jornadas. En Brasilia, en el Grito de la Tierra organizado por la CONTAG. En Colombia, fue a la zona bananera de Urabá junto a Luisa Mele, su entrañable amiga y compañera, cuando el fuego cruzado de los grupos armados asesinaba por montones y el sindicato (SINTRAINAGRO) contaba sus víctimas por cientos.
Querido Flaco, estarás presente por siempre. En estos momentos donde Argentina se hunde en una de sus peores crisis, cuando todo se vuelve escombro y entrega, tu sonrisa y tu garra nos ayudarán en la construcción de la Patria Nueva.
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