Desde que su fusión con el Banco Regional recibió la aprobación del Banco Central de Paraguay en junio de 2023, el Banco Sudameris, de capital mayoritariamente irlandés, ha despedido a más de 600 empleados y ha cerrado varias sucursales en todo el país.
Los despidos incluyen a muchos trabajadores con décadas de servicio, contraviniendo así la Ley de la Caja Bancaria Paraguaya que ordena la jubilación de los empleados despedidos después de más de veinte años de servicio.
La dirección de Sudameris ha sido acusada de intimidar al personal para que acepte paquetes de jubilación voluntaria con el fin de eludir una indemnización adecuada. John O'Connell, Secretario General del Sindicato Irlandés de Servicios Financieros, condenó las tácticas del banco, declarando que tal comportamiento "está en total desacuerdo con el estándar global de derechos humanos" que se espera de las instituciones financieras importantes.
Además de los despidos, el banco habría despedido a trabajadoras embarazadas y a dirigentes sindicales, violando así el derecho a la libertad sindical. Clarissa Martinessi, de FETRABAN, afiliada de UNI, expresó su preocupación por el incumplimiento por parte del banco de la legislación paraguaya y las normas internacionales del trabajo.
"Sindicalistas del sistema financiero de los cinco continentes reunidos en la VI Conferencia Mundial de UNI Finanzas repudiaron la conducta de Sudameris Bank y exigieron la inmediata reincorporación de los trabajadores despedidos", dijo Guillermo Maffeo, Director Regional o Finanzas de la oficina de UNI Global Union Americas.
Las actividades del banco también han llevado a la afiliada de UNI FSU Irlanda a coordinarse con Martinessi en un intento de ejercer presión sobre la propiedad irlandesa de Sudameris. Maffeo afirmó que UNI seguiría intensificando las acciones sindicales en múltiples frentes para detener las prácticas laborales de Sudameris y proteger los medios de subsistencia de los empleados afectados.
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