Mientras aguardan una definición de Cristina en el acto de mañana, la mayoría de los dirigentes que le responden creen que su carta es el gobernador.
Por: Mariano Martín.
La previa del acto de mañana con Cristina de Kirchner como principal animadora aceleró los movimientos en el sindicalismo peronista: mientras la CTA hizo saber ayer que apoyará una eventual candidatura presidencial del ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, en los gremios de la CGT afines a la vicepresidenta concita más respaldos una postulación para ese mismo cargo del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por más que el propio mandatario y su entorno hayan dado todas las señales a favor de buscar la reelección en la provincia.
Los dirigentes que responden a la expresidenta todavía no se recuperan de sus sucesivos anuncios de que no estará a la cabeza de la boleta del Frente de Todos y carecen de la información suficiente como para inclinarse de manera rotunda por uno u otro candidato. Prueba de eso, la dirigencia del Frente Sindical por el Modelo Nacional, que se referencia en Pablo Moyano, y la Corriente Federal (CFT), del bancario Sergio Palazzo y el gráfico Héctor Amichetti, evitaron un pronunciamiento concreto como el de Yasky ayer.
"Wado es el compañero. Tal cual nos lo relató, Cristina le dijo: ‘Empezá a caminar, empezá a construir porque ese es el tiempo que viene’. Creo que eso está fuera de discusión", relató ayer el docente a radio El Destape. Yasky se refirió al encuentro que mantuvo ayer la CTA-T e intendentes bonaerenses con el ministro del Interior, que de este modo sumó un nuevo respaldo en el sindicalismo al que ya le había brindado en público y en varias ocasiones el gastronómico Luis Barrionuevo.
La CTA y Barrionuevo están en las antípodas ideológicas y de hecho el gastronómico era un personaje vetado por el kirchnerismo al menos hasta el año pasado, cuando el ministro comenzó a participar en varios de los actos de la Uthgra. El derrotero de Barrionuevo en los últimos años incluyó un padrinazgo de largo aliento para Sergio Massa, una relación óptima con Mauricio Macri y con la "mesa judicial" que actuó durante su gestión presidencial, y la promoción al economista Roberto Lavagna para la campaña de 2019.
El apoyo explícito a De Pedro, aunque urticante para la militancia kirchnerista, le garantiza al ministro del Interior recursos y territorialidad propia de un sindicato con presencia en todas las provincias y fuerte inserción en la política de varios distritos.
Kicillof, en cambio, sin estar por voluntad propia en la grilla de presidenciales, se mantiene como el candidato más valorado por los dirigentes sindicales que responden a la vicepresidenta. Días atrás congregó en un acto en el camping del sindicato de televisión (SAT) al metalúrgico Abel Furlán (UOM), uno de los más convencidos en su postulación nacional, Palazzo, Amichetti, Mario Manrique, número dos de los mecánicos de Smata y tercero en la línea de la CGT y el canillita Omar Plaíni.
Manrique y Plaíni integran el Frente Sindical de Moyano. Aunque el camionero no se pronunció todavía a favor de un candidato del Frente de Todos, en ese grupo los más afines a Cristina apuestan más por Kicillof que por Wado. El resto sigue con atención a Sergio Massa, pese a que los datos de inflación de los últimos meses desinflaron sus chances electorales.
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