“La lista Verde es un jenga descuajeringado que pisa sobre dos bloques, (Rubén) Daniele y la Agrupación Radical. Saque cualquiera de los dos y todo se viene abajo”.

La metáfora pertenece a un baqueano de décadas del sindicato municipal, y resulta gráfica de sobremanera para entender lo que explica.

Tras una seguidilla de malas noticias que empezó poco después de que el peronismo desembarcara en el Palacio 6 de Julio, incluyendo recortes de jornada, limitación de horas extra, prolongaciones y refrigerios, traslado de reparticiones, empoderamiento de entes descentralizados y empresas municipales (en detrimento de las Áreas Operativas), el inicio de la desconcentración, un duro golpe a las Áreas de Inspectoría (Habilitaciones Online), paritarias mucho más modestas que antaño y un largo etcétera, el gremio municipal mira con gran recelo a su conducción, y paradójicamente la pandemia, antes señalada como una herramienta en manos de la gestión para lograr el ajuste, se ha convertido ahora en una aliada de la cúpula del Suoem, que le permite mantenerse alejada de las bases, y a éstas de los delegados.

Frente a ese escenario, el descontento crece conforme el tiempo pasa y los municipales ven las promesas de “recuperar todo lo perdido”, arrojadas por el cacique gremial, diluirse en la nada.

Pero lo verdaderamente crítico es que este descontento generalizado no es un elemento aislado, sino que se conjuga con otros factores que también conspiran en contra de la estabilidad de la lista Verde. El principal de ellos, el declive de la Agrupación Radical, que desde antaño ha sido su puntal mayor.

Si se repasan las autoridades que la lista Verde llevó a la conducción del sindicato tras las últimas elecciones -en rigor su composición no ha variado demasiado en veinte años-, salta a la vista que entre los doce puestos de mayor importancia ocho están (o estaban, dependiendo del caso) ocupados por integrantes de la otrora poderosa Agrupación Radical, presidida por Héctor Alfredo “Nacho” Cedrón.

La secretaría Gremial (Raúl Díaz), la secretaría de Finanzas (Mario Fonseca), la secretaría Legal (Cedrón), la secretaría de Prensa (Damián Bizzi), la secretaría Gremial de las Áreas de Salud (Darío Sánchez), la secretaría Gremial de las Áreas Administrativas (Margarita Tizeira) y dos subsecretarías Gremiales de los CPC (Ariel König y Claudio Alamo) estaban, todas, en manos de la Agrupación Radical.

Sin embargo, durante estos últimos años el escenario ha cambiado mucho. El secretario Gremial, Raúl Díaz, es uno de los cientos de agentes municipales que se acogieron al régimen de pasividad anticipada lanzado por la actual gestión, y aunque esto no es impedimento para que desempeñe su cargo, puesto que fue elegido para él mientras revistaba como un empleado activo, sí haría imposible que vuelva a conformar la lista Verde en oportunidades futuras.

El mismo caso se repite con el propio Cedrón, que también escogió evitar el trajín de caminar el Palacio 6 de Julio a diario y se anotó en la “jubilación” anticipada.

Margarita Tizeira también está jubilada y no podría jugar en una nueva composición de la lista Verde. Y en iguales condiciones está Mario Fonseca, que además habría renunciado a la secretaría de Finanzas poco después del recordado robo a la sede gremial del Suoem, allá por principios de 2018.

A su vez, distintas fuentes allegadas al sindicato aseguran que el secretario de Prensa del Suoem, Damián Bizzi, también renunció a su puesto.

En suma, cuatro de éstos ocho integrantes de la Agrupación Radical con responsabilidades en la conducción del Suoem estarían impedidos de volver a jugar en la lista Verde, y el quinto parece haber perdido interés en hacerlo.

El sexto, Darío Sánchez, es resistido dentro de las áreas de Salud por su origen: no es ni médico ni enfermero, sino “inspector de control alimentario”, algo que -prima facie- luce bastante alejado de las funciones que desempeñan los compañeros cuyos intereses debe defender.

Hasta el momento, los radicales que resisten mejor parados dentro de la conducción son Claudio Alamo y Ariel König, subsecretarios gremiales de los CPC que han logrado defender con éxito los intereses de los mandos medios interinos en los Centros de Participación Comunal. Intereses que casualmente comparten por completo, puesto que ambos son interinos, o lo eran al menos hasta finales de la gestión mestrista.

En suma, los mejores años de la Agrupación Radical parecen estar en el pasado, y cuesta imaginar cómo suplirá la lista Verde tantas ausencias.

Por Felipe Osman