Rubén Daniele lleva 32 años y 11 mandatos consecutivos al frente del gremio de los municipales de la ciudad de Córdoba (Suoem). Ahora, quiere jugar su última apuesta: ir por el 12º y último mandato para coronar su carrera sindical.
Si finalmente es reelegido, desempeñará su 12° período hasta los primeros días de 2021, con lo cual se iría después que el intendente Ramón Mestre, que concluye su último mandato en 2019.
Por su permanencia en el cargo y por la presión que realizó sobre los distintos intendentes, con medidas de fuerza incluidas, el dirigente gremial se convirtió en un actor con incidencia en la vida de la ciudad de Córdoba.
Daniele –quien ganó en las últimas tres elecciones por amplia mayoría– descuenta que llegará a tiempo para presentarse como candidato por la Lista Verde, antes que le salga la jubilación.
En el Palacio 6 de Julio, la decisión de Daniele encendió la luz de alerta. Aunque no lo admitirán públicamente, esta semana funcionarios de primera línea analizarán cómo impedir, dentro del marco legal, que el gremialista se presente a la reelección por un nuevo mandato (ver en página 9 ).
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El polémico dirigente cumplió 65 años el 25 de abril pasado y el 1° de junio la Municipalidad lo notificó, como a todos los empleados que llegan a esa edad, que debía iniciar su trámite jubilatorio ante la Caja de Jubilaciones dentro de los 30 días hábiles, plazo que ya se cumplió.
Sin levantar olas, el Suoem convocó a elecciones para el 12 de octubre y, previamente, el 1° de agosto se elegirá la junta electoral.
Aunque la junta definirá todo el cronograma, se estima que el 22 de septiembre sería el cierre de presentación de listas.
Para ir por su último mandato, Daniele repite el argumento de la anterior elección: si no se presenta, la lista oficialista se divide al menos en tres. “No tengo ningún sucesor”, reitera.
La ley 23.531 de Asociaciones Sindicales establece, entre los requisitos para ser candidato, “encontrarse desempeñando la actividad” y “no tener inhibiciones civiles ni penales”.
Daniele dice que los tiempos le alcanzan para presentarse, aunque no descarta que la Municipalidad intente realizar alguna movida para trabarle su postulación. “No descarto nada, menos en este momento”, conjeturó.
En trámite
El gremialista dijo que, apenas recibió la notificación, envió una nota al área correspondiente de la Municipalidad para dirimir una información que no concuerda: dice que en su mandamiento figura con una antigüedad de 34 años y en la Caja de Jubilaciones, con 37 años. Subraya que la antigüedad real es de 37 años, ya que ingresó a la Municipalidad en marzo de 1980.
Asegura que, apenas reciba esa contestación iniciará, como requiere la notificación, el trámite dentro de los 30 días hábiles, que ya se cumplieron.
Puntualiza que a todos los empleados el municipio les otorga un año de plazo para concluir su trámite jubilatorio. Ese término figura también en la ley de contratos de trabajo. Tras preguntársele si por algún motivo la Caja de Jubilaciones apura su trámite y lo jubila antes del 22 de septiembre –fecha de presentación de listas–, Daniele advierte: “No me voy a dejar echar así nomás”.
Otro de los requisitos para ser candidato es no contar con “inhibiciones penales”, lo que implica que no tenga una condena que incluya además prohibición para desempeñar cargos.
Daniele fue imputado en junio pasado por el delito de incitación a la violencia colectiva, después de haber asegurado en una asamblea en la explanada del Palacio 6 de Julio que el intendente Mestre “pagará muy caro” haber hecho públicos los datos personales de los empleados asociados a los salarios. Amenazó que en unos meses la ciudad sería “un quilombo”.
La decisión fue adoptada por el fiscal de Instrucción Guillermo González, quien actuó de oficio.
El gremialista dijo que ya declaró varias veces ante el fiscal y destacó que González le aseguró el derecho a defensa.
Contó que negó ante el fiscal que sus expresiones fueran una incitación a la violencia. Argumentó que sus dichos estaban referidos a las consecuencias que tendría para la ciudad el trabajo a reglamento dispuesto por el gremio.
Daniele niega que su accionar judicial contra el municipio por la difusión de los sueldos de los empleados con nombre y apellido forme parte de su estrategia para los comicios. “Hace tres elecciones gremiales que no tengo ninguna estrategia y en la última ni salí a hacer campaña”, subraya.
En 2014, Daniele se impuso con más del 75 por ciento de los votos sobre las listas opositoras.
“Los reclamos no tienen nada que ver con la estrategia electoral. Vamos a la Justicia como una respuesta a las acciones del municipio”, afirma.
Insiste en remarcar que no se opone a la difusión de sueldos de los empleados, pero sí a que en la lista figuren asociados los salarios con nombres y apellidos.
“Quisiera que publiquen los sueldos completos, no sólo los básicos; yo gano 70 mil pesos en bruto y, con las deducciones de Ganancias y los aportes, me quedan alrededor de 41 mil”, expresa.
Considera que, con la decisión de la Cámara Contencioso Administrativa de ordenar suprimir los DNI de los empleados de la lista de sueldos tras la presentación judicial, el gremio “ganó más de la mitad” de lo que había reclamado y sólo faltan los nombres.
Daniele opina que la difusión de las listas de sueldos fue una medida “absolutamente electoral” del intendente Mestre.
Admite que frente a la opinión pública salieron “derrotados” porque, para la gente, la difusión de los sueldos “es muy positiva”.
Reconoce que los conflictos y las asambleas deterioran “su imagen” ante la ciudadanía, pero remarca que es autocrítico en tal sentido. “Hay momentos en que hacemos prevalecer lo corporativo por encima de los intereses de la gente, y está mal”, se sincera.
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