Tercer paro general de la CGT: mapa de la protesta, con apoyo masivo y una sorpresa

Tercer paro general de la CGT: mapa de la protesta, con apoyo masivo y una sorpresa

La jornada de lucha será de 36 horas, según lo dispuesto por la dirigencia de la central obrera. Como se anticipaba, la mayoría de los sectores se sumarán al plan de lucha, pero a último momento se confirmó que habrá colectivos. Esto cambia las expectativas del impacto, en medio de una fuerte discusión interna.

Por Diego Lanese.

Con una reunión con referentes de las entidades de jubilados, la conducción de la CGT ultima detalles para el tercer paro general en la era libertaria. Desde el mediodía del 9 de abril, la central obrera hará visibles sus reclamos ante el gobierno nacional, y desplegará en todo el país las protestas, según se acordó en la última reunión de las regionales. Desde que se anunció la medida de fuerza hasta que se concrete, hubo un tiempo suficiente para que los distintos sectores debatan su participación y la confirmen, y para que el oficialismo intente desactivar la protesta. Si bien la gran mayoría acompaña el paro, la decisión extraoficial de la UTA de no sumarse generó sorpresa. Esto hará que haya colectivos, lo que atenta contra el impacto de la jornada, aunque sin otros medios de transporte –trenes y subtes especialmente –se espera que la medida muestre el malestar de los trabajadores ante el modelo de La Libertad Avanza.

La dirigencia espera que el paro genera una unidad en los gremios que hasta ahora genera tensión, y le dé envión a la central hasta la elección de las nuevas autoridades.

En los últimos días, la CGT apuró las charlas no sólo ara confirma la protesta, sino además para hacerla de 36 horas. El plan de lucha incluirá una movilización el miércoles 9, en coincidencia con la habitual marcha de los jubilados. “Desde la central reafirmamos nuestro compromiso de acompañarlos en la marcha del próximo miércoles. Juntos seguiremos luchando para seguir sosteniendo los derechos de todos los trabajadores argentinos”, dijo Héctor Daer, cotitular de la central obrera, luego de la cumbre con los referentes de la ya tradicional marcha de los miércoles.

Esa adhesión a la nueva marcha hace que la protesta sea de 36 horas, como señalan en la sede de Azopardo. Pero en las primeras 12 horas hará transporte público. Así lo afirmaron los principales referentes de los gremios, que garantizarán que haya trenes, colectivos y subtes para que los trabajadores puedan llegar a las inmediaciones del Congreso.

Para el 10 de abril, en cambio, la idea es que se paralice el transporte público. Los trabajadores ferroviarios confirmaron que se sumarán al paro, y prestarán servicio el miércoles 9 y luego iniciarán el paro el jueves 10, desde la medianoche hasta las 24 horas. De manera similar, los subtes suspenderán su actividad durante toda la jornada del jueves.

Además, se aguarda la adhesión de sindicatos aeronáuticos como APLA, APA y UPSA, lo que provocará cancelaciones de vuelos en todo el país. la sorpresa es que finalmente la UTA se bajó de la medida. La excusa de la entidad que lidera Roberto Fernández es que está en “plena conciliación”, es decir, no pueden hacer protestas sin exponerse a sanciones por parte de la Secretaría de Trabajo. Desde que circuló la versión, en Azopardo dicen que “no se puede conciliar un paro general”, y hay enojo por la decisión de la dirigencia de los colectiveros.

Fuentes consultadas por Data Gremial recordaron que “el paro lo llamó la CGT, por tema paritarias pisadas”. La conciliación “aplica a la protesta de la UTA por pedido de aumento específico de los colectiveros, no tiene nada que ver con esta protesta”. Pese a eso, el gremio se bajó de la jornada de lucha.

Mapa de la protesta

Esto puede entenderse como “un duro golpe” al impacto de la medida. Pero la gran mayoría de los sectores se verán afectados y paralizados por la adhesión de los gremios. Una de las áreas más impactadas será, sin dudas, la educación: tanto escuelas públicas como privadas, además de universidades, ya anticipan serias complicaciones para su normal funcionamiento.

Desde CTERA y otros gremios docentes de alcance nacional confirmaron que se sumarán al paro de 24 horas, lo que implica que la mayoría de las escuelas públicas no dictarán clases ese día. “El ajuste en educación y en el sistema previsional golpea a miles de estudiantes, trabajadores y jubilados/as, afectando el derecho fundamental a una educación pública de calidad y una jubilación digna”, dijo la entidad, luego de confirmar el acompañamiento a la medida. Ante esta grave situación, agregaron, “llamamos a la unidad y a la movilización de toda la comunidad educativa para frenar la continuidad del brutal ajuste del gobierno nacional”.

En cuanto al resto de la actividad, se espera un fuerte impacto, incluso habiendo colectivos. La Asociación Bancaria confirmó su adhesión, por lo que no habrá atención en entidades públicas ni privadas. En materia de comercios, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) aún no definió su postura, pero en varias provincias la dirigencia ya anunció que no habrá actividad.

En el sector de salud, los hospitales públicos funcionarán con “guardias mínimas para urgencias”, ya que la medida de fuerza afectará la atención en general. El servicio estará suspendido hasta la medianoche del jueves 10 de abril, por la adhesión de camioneros. Los sindicatos estatales UPCN y ATE se sumaron al paro, por lo que no habrá atención en organismos públicos, hospitales y dependencias municipales.

Expectativas

Si bien el gobierno nacional intentó desactivar la medida, hoy todo está cerrado para que haya un paro con mucha visibilidad. Incluso en Azopardo alertan que si el miércoles hay represión, la situación “empeorará”, por más que el jueves haya colectivos.

En ese punto, se aclaró que incluso sin el paraguas de la UTA, los sectores disidentes a Roberto Fernández podrían sumarse por su cuenta. Se trata de la Agrupación Juan Manuel Palacios, que lidera algunas regionales, y comisiones internas de algunas líneas de importancia, como la de la 60, cuyos referentes clasistas seguramente sean parte del paro. Para “empiojar” la situación, el oficialismo habilitó la discusión de la Comisión de Legislación del Trabajo, que trata varios proyectos que reforman el funcionamiento de los gremios, y que los gremios lo rechazan. La discusión finalmente no trajo definiciones, pero que se haya vuelto a reunir marca la amenaza desde el gobierno.

En esa cumbre, el diputado nacional de Unión por la Patria y secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, instó al Gobierno a abrir una “instancia de diálogo seria y responsable” tras el paro general. El líder bancario también apuntó contra las políticas laborales implementadas por el gobierno de Javier Milei, en especial aquellas incluidas en la Ley Bases, que, según Palazzo, no lograron los resultados prometidos en términos de empleo registrado. "Más de 2.500 empresas cerraron desde la sanción de la Ley Bases hasta la fecha y se perdieron 55 mil puestos de trabajo", denunció. El paro general y las crecientes diferencias entre el movimiento obrero y el Ejecutivo marcan un escenario de conflictividad que podría escalar en las próximas semanas. Palazzo insistió en la necesidad de establecer un canal de diálogo entre el gobierno y los sindicatos para garantizar "producción, empleo y recuperación de ingresos".

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