En junio, Eskabe confirmó que planeaba suspender un tercio del personal que opera en la planta de Mar del Plata, con el fin de palear la crisis económicas y evitar despidos en sus equipos de trabajo. La situación puso en alerta no solo a los empleados de la propia empresa, sino a otros del sector privado que temieron decisiones similares en sus ámbitos.

El tiempo pasó y, según le confirmaron al medio local 0223, el panorama ya no es el mismo y por eso hay esperanzas.

«Hemos llegado a un acuerdo en relación a las suspensiones entre la empresa y los trabajadores: terminan en septiembre. La empresa no se ha manifestado en pretender extender el régimen de suspensiones, con lo cual entendemos que el 1 de octubre volvería todo a la normalidad», aclaró José Luis Rocha, secretario de la CGT local.

Entendiendo la volatilidad de la economía y un consumo a la baja que conspira con el desarrollo de las empresas, analizó Rocha: «Esperemos que así sea porque han sido tres meses de mucha incertidumbre para los trabajadores».

«No estar en los puestos de trabajo crea incertidumbre. Faltan dos semanas para terminar septiembre, esperemos no tener novedades y que el 1 de octubre vuelvan a retomar sus tareas los empleados de la empresa», concluyó.