El tira y afloje entre los propietarios de la firma de transporte Montemar, los trabajadores de la empresa y los concejales de Pinamar llegó a su fin este jueves con un acuerdo de voluntades entre las partes para resolver un conflicto que originó 60 horas sin servicio de transporte urbano y muchos dolores de cabeza.

El martes, sin sus haberes de julio ni retroactivos depositados, los empleados de la única firma de transporte de Pinamar y adyacencias decidieron ir al paro. La UTA, a través del delegado regional Sergio Medina, en solidaridad, apoyó la resolución y exigió la intermediación del intendente Hernán Muriale.

Paralelamente, Montemar continuaba firme en su postura de no abonar las remuneraciones hasta tanto el Concejo Deliberante aprobara una suba del boleto solicitada en 2012 y rechazada en varias oportunidades por el ámbito legislativo piramarense tras varias denuncias contra la compañía por sus irregulares balances financieros.

Luego de dos días sin voluntad de arreglo, el Ejecutivo se transformó en el anfitrión de una reunión que no podía demorarse más. Con todos los ediles presentes, este jueves, en la sede municipal, las partes interesadas se reunieron y acordaron aprobar durante la semana próxima un aumento en la tarifa de colectivos del orden del 30%.

A partir de esa resolución, el acuerdo resultó beneficioso en lo que respecta al servicio, ya que la empresa pagará los sueldos, los trabajadores levantarán de inmediato el paro y el ciudadano volverá a contar con transporte público.

La medida, no resuelta por el intendente, es responsabilidad del Concejo Deliberante, que aunque deliberará en un futuro en torno a la exclusiva concesión de servicio que tiene Montemar en toda la región, ya avaló otra resolución rumbo al verano del 2015: un nuevo aumento del boleto que en este caso irá derivado hacia los turistas.