"El destino obligatorio ya no es la prostitución", "podemos contar con un sueldo fijo para pagar las cuentas y alquilar una vivienda", "tenemos una función y nos respetan", fueron algunas de las historias que contó un grupo de mujeres trans durante un conversatorio realizado por el Ministerio de Mujeres, Política de género y Diversidad Sexual bonaerense al cumplirse hoy cinco años de la sanción de la ley de cupo travesti trans "Diana Sacayán".

La ministra Estela Díaz destacó que se trató de "una ley que reconoció derechos vulnerados" y tras asegurar que el objetivo es que la ley "sea una realidad y no una norma escrita en el papel", sostuvo que su cartera trabaja "en un programa integral que acompañe la inclusión laboral" de personas trans en la administración pública bonaerense y municipal. 

Aseguró que trabajarán para que en los ámbitos laborales a los que accedan "no sufran condiciones de desigualdad", ya que se busca "igualdad de oportunidades, de acceso y no discriminación y para vivir una vida sin violencia".

"Sabemos que para las mujeres y compañeras lesbianas, trans, travestis, hay mucha desigualdad en muchos planos de acceso, de brecha salarial, de acceso a lugares de mayor jerarquía, por eso tenemos que ir trabajando por el conjunto de derechos", dijo entusiasta Díaz.

Celebró contar en el Ministerio con "la primer funcionaria trans" del Gobierno bonaerense, como es Daniela Castro, a cargo del área de Diversidad Sexual del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense.

"Y vamos por más", aseguró en el conversatorio, en el que participaron trabajadoras travesti trans que ingresaron al Estado provincial y a empleos municipales por la Ley de Cupo Laboral.

Daniela Castro contó que "la mayoría venimos de haber tenido un tránsito largo de situación de prostitución y a partir de estos trabajos nuestras vidas han cambiado".

"Los trabajos nos ordenan, nos dan otras posibilidades, nos permiten continuar estudiando, nos abre puertas y nos dignifica como personas", expresó emocionada la funcionaria.

Bárbara Gordillo, empleada del área Salud de la municipalidad de Berisso, aseguró que el acceso al trabajo "me cambió la vida, estoy contenta".

"Tenés una responsabilidad, algo fijo, tenés una estabilidad, ya no tenés que pensar cómo pago la luz, el alquiler", detalló.

Recordó que estuvo en situación de prostitución "por necesidad" y que debido a eso "me levantaba a las 7 de la tarde y me acostaba a las 6 de la mañana, cuando salía el sol".

"Poder dormir a la noche en tu cama, calentita, mirando la tele un rato y dormirte a las 12 porque sabés que al día siguiente tenés que levantarte para ir a laburar es otra cosa, te cambia la vida para bien", afirmó.

Tatiana Carmona también contó que tiene un trabajo formal pero planteó: "cuántas compañeras hay y cuántas ya no están y no han tenido esta oportunidad de tener un trabajo formal".

"Es un derecho que todas y cada una podamos acceder a un trabajo digno, que la prostitución no sea el destino único y obligatorio", reclamó.