"Hay una impunidad total", dijo Manuel Cornejo, al tiempo que expresó: "si no se puede aplicar mano dura al menos que endurezcan las penas".
El jefe de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Rosario, Manuel Cornejo, reclamó a las autoridades que "al menos endurezcan las penas" contra la delincuencia para frenar los ataques violentos porque aseguró que hay una "impunidad total" y estimó que la situación "va a ser peor" si no se aplican medidas para mejorar la seguridad.
"No tenemos expectativa", aseguró el representante de los colectiveros rosarinos y señaló que sufren entre "cuatro o cinco robos por semana".
El último de los ataques se produjo el jueves al anochecer cuando tres jóvenes armados con puñales asaltaron un colectivo de la línea 130 de la empresa Rosario Bus y tras la denuncia de dos pasajeras la policía logró atrapar a los autores del robo, que tenían 16, 18 y 19 años que pasaron solo algunas horas demorados en una comisaría.
Ante ello, Cornejo dijo que "acá se deberían modificar las leyes. Si no se puede aplicar mano dura con los que 'andan de caño' (robando con armas) al menos endurezcan las penas".
"Si a un delincuente la Justicia le da 10 años de prisión, que cumpla los 10 años. Matan y están afuera a los 3 años. Es increíble", se quejó el sindicalista.
De esta forma, advirtió, "no tenemos expectativa y es lamentable decir que (la inseguridad) va a ser peor, porque me manejo con la realidad y hay una impunidad total. Si los agarran con los fierros encima y los largan, ni hablar si son menores de edad. Roban cualquier cosa para darse vuelta".
Consultado sobre el robo del último jueves en la zona sur de Rosario, dijo que "es algo de todos los días. Son 4 ó 5 robos por semana. Ahora lo denunciaron las mujeres, pero muchas veces no se hace denuncia".
Y, respecto al plan del gobierno local de colocar videocámaras en los colectivos para monitorear lo que ocurre en las unidades, dijo "vamos a ver qué pasa el año que viene cuando se implementen".
"Esperemos que la inseguridad disminuya en algo, pero esta gente (los delincuentes) sube igual; dados vuelta, no les importa nada. Si hasta se bajan con los fierros en la mano, ya no se sabe más que hacer", añadió.
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