A partir de la sanción de la Ley Antiprostíbulos se han visto afectadas y decidieron reclamar por la suspensión de la medida.
La convocatoria se vio reducida por temor de que hubiera represalias por parte de la Policía.
Algunas de las mujeres indicaron que, a partir de la aplicación de la Ley, están preocupadas por la continuidad de su ingreso monetario. “No nos queda otra que reclamar por nuestra actividad laboral. En la historia, es el trabajo más antiguo que existe y ahora quieren eliminarlo”, explicó una integrante de AMMAR.
“Nosotras no queremos que persigan a nuestros clientes porque si ellos no están cómodos o se sienten inseguros, directamente, no van a venir y vamos a perder nuestro trabajo”, explicó.
En el lugar, entregaron información sobre lo que piden puntualmente:
No a la ley que proscribe, invisibiliza y persigue a las Trabajadoras Sexuales
No al cierre de los lugares donde se puede ejercer el trabajo libremente
Por la protección de las trabajadoras sexuales por parte del estado provincial en lo que se refiere a la salud, educación e inserción social.
No a su criminalización ni discriminación
La ley 8.418 nos retrotrae a la dictadura e instala el estado de sitio para las trabajadoras sexuales, convirtiéndolas en perseguidas sociales.
Por una ley democrática que incluya, proteja y regule el trabajo sexual autónomo.
No a la trata de personas
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