La reapertura de las paritarias se volvió un tema central para los trabajadores, que vienen perdiendo ante la suba de precios desde hace años. Un reciente informe de la CTA de los Trabajadores alertó que a abril del 2021 los salarios retrocedieron 4 puntos, por lo cual «la tan postergada recuperación salarial se volvió un tema urgente«. El retroceso de los ingresos afectó a todos los asalariados registrados, en especial entre los que menos ganan. Además, el trabajo analizó la pérdida de empleos y el cierre de fábricas desde que inició la crisis del Covid-19.

El informe del centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores analizó el impacto de la pandemia en la pérdida salarial, que se venía experimentando en el país desde al menos el 2018, y que la irrupción del coronavirus profundizó. En este sentido, el reporte al que tuvo acceso Gestión Sindical aseguró que el ingreso de los trabajadores «perdió gran parte de su poder adquisitivo en los últimos años, en especial hacia el final del gobierno de Cambiemos».

En el año más reciente, destacó, «en el marco de la pandemia y sus efectos económicos, esa caída no se revirtió sino que, por el contrario, el ingreso laboral medio tuvo una reducción de 1,4 por ciento interanual en el primer trimestre de 2021«. Si el cálculo se hace al 2018, «la caída llega al 22,2 por ciento», denunció CIFRA.

«Si bien los salarios comenzaron a recuperarse lenta e inestablemente desde fines del año pasado, la aceleración de la inflación que tuvo lugar en los primeros meses de 2021 amenaza con frenar esa incipiente y limitada mejoría», agregó el informe, que recordó que «el poder de compra del salario registrado del sector privado retrocedió en abril un 4 por ciento».

La pérdida de poder de compra no fue pareja, según subrayó CIFRA, ya que tuvo un mayor impacto en los estratos más bajos de los asalariados. «Mientras que para el estrato más bajo de trabajadores (el 40 por ciento que menos gana) llega al 27 por ciento, para el estrato más alto (el 20 por ciento que más gana) fue del 19, por ciento entre los primeros trimestres de 2018 y 2021», confirmó el informe.

Revisiones urgentes

En este escenario, remarcó la CTA de los Trabajadores, «la tan postergada recuperación salarial se volvió un tema urgente». Una de las alternativas que se encuentra es la reapertura de las paritarias ya cerradas, sobre todo en el primer trimestre del año, cuando se esperaba un techo salarial del 34 por ciento, que hoy la coyuntura empujó al menos 10 puntos por encima.

En otros casos, como el de Walmart Avellaneda, la negativa a discutir salarios deriva en un conflicto como el que lleva adelante el personal jerárquico. Allí, la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC) realiza desde el miércoles una protesta ante la falta de diálogo respecto de la paritaria 2021, que la firma llama a negociar. «Sabemos la situación difícil que generó la pandemia, pero es muy difícil seguir trabajando sabiendo que el poder adquisitivo del trabajador va perdiendo valor ante la inflación que hay en el país», sostuvo Martín Fonseca, secretario gremial de la entidad.

En casos como el del supermercado, el acuerdo salarial incluye algunos instrumentos para paliar la crisis de ingresos, como los bonos compensatorios, que se multiplicaron en todas las áreas de la actividad. Pero los jerárquicos afirman que en ese punto también son discriminados. Según le confirmaron a Gestión Sindical desde el gremio, a algunos empleados ese bono fue de 420 mil pesos en cinco cuotas, pero al personal jerárquico se le ofreció uno de 40 mil.

«Hicimos la respectiva denuncia al Ministerio de Trabajo, esperemos que nos convoquen a dialogar. Este tema se resuelve con una mesa de diálogo”, afirmó Fonseca. Los bonos son parte de las estrategias encaradas para evitar re negociar paritarias, y como describe el trabajo de CIFRA se complementaron con otras medidas, como «el adelantamiento de los aumentos pactados en el marco del Consejo del Salario Mínimo y una pauta más elevada para las negociaciones paritarias e incluso se adelantaron revisiones de negociaciones de salarios públicos».

Políticas por empleo

Por otro lado, desde CIFRA remarcaron que «en la caída y recuperación del empleo, las distintas categorías ocupacionales tuvieron trayectorias bien diferenciadas». «En particular, destaca la estabilidad relativa del empleo asalariado registrado, protegido por las propias regulaciones laborales, por la prohibición de despidos dispuesta por el DNU 329/20 y sus modificatorias y por la implementación del programa ATP para contribuir al pago del costo salarial», analizó el trabajo.

Por el contrario, recalcó, «el empleo asalariado no registrado, estructuralmente más vulnerable, sufrió especialmente en el marco de esta pandemia», y llegó a tener una caída del 44,7 por ciento en el segundo trimestre de 2020 y en la actualidad continúa siendo la categoría más afectada, con 11,9 por ciento menos ocupados que en el primer trimestre de 2020″. En cuanto a las empresas, se registraron cierres de 21.754 establecimiento durante la pandemia.

Ante este escenario de conflicto, el informe del centro CIFRA pide medidas al Gobierno. «Se observa en los meses más recientes, y ante la evidencia de un nivel de inflación mayor que el inicialmente previsto, una política más firme del gobierno en pos de lograr una mejora de las remuneraciones y evitar un cuarto año de caída de poder adquisitivo», dijo el reporte.

En este sentido, se concluyó que «la pelea entre salarios e inflación se dirime en los meses que restan del año, con una influencia decisiva también sobre el nivel de consumo y de actividad económica». «No alcanza, sin embargo, con mantener el poder adquisitivo actual, sino que el objetivo debe ser comenzar a recuperar lo perdido», finalizó.