Los trabajadores metalúrgicos de la fábrica exportadora de torres eólicas GRI Calviño Torres Argentina, tienen una nueva audiencia con representantes de la empresa para intentar llegar a un acuerdo sobre el desconocimiento de los acuerdos internos que tenían en el contexto de la pandemia, la amenaza de lock out y de cierre definitivo y los conflictos con el convenio colectivo de trabajo. 

La empresa estuvo asociada al macrismo cuando en 2019 recibió "colaboraciones estatales" por 2 millones de pesos del ministerio de Producción y Trabajo  para abaratar los costos de 30 despidos. Los vínculos empezaron con Francisco Cabrera, exministro de Producción, con quien habían firmado un importante contrato para la construcción de torres eólicas, en el marco del fomento de las energías renovables.

GRI Calviño ahora presenta una dura postura respecto a sus intenciones de flexibilizar las condiciones laborales de sus empleados.

Por su parte, los 200 metalúrgicos suspendidos decidieron en asamblea asistir a la audiencia y realizar una protesta que visibilice el conflicto, ya que van a cumplir tres semanas desde que realizan una toma pacífica en el playón de la planta ubicada en la localidad bonaerense de Bosques, en Florencio Varela.

Por su parte, Antonio Caló, secretario general de la UOM, se reúne mañana con los empresarios españoles y con el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni.

La presión de los metalúrgicos en las calles tiene como objetivo adicional hacer un llamado de atención que pueda evitar que el gremio vaya a firmar ningún acuerdo sin consultarlos.