La central obrera no rechaza una protesta como adelantó Hugo Moyano, pero alerta que debe ser consensuada y tener “efectos concretos”. Así, se aclararon los dichos de Hugo Yasky, que por el proceso electoral dijo que no era conveniente una medida de fuerza. Además, alertaron sobre la posibilidad de un quiebre social: esperemos que no lleguemos a tanto, pero lo que estamos viendo es que todo conduce en esa dirección”.
Diego Lanese
Luego de la multitudinaria marcha del jueves pasado contra los aumentos generalizados de servicios públicos y tarifas, desde algunos de los gremios que organizaron la protesta salieron a hablar de un posible paro nacional, una protesta que contó con el aval explícito de Hugo y Pablo Moyano. Incluso, desde las 62 Organizaciones Peronistas confirmaron que ya se está pensando ese paso, y dijeron que podría ser “en febrero o marzo”. Esta idea choca con los dichos de Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, que hace unos días dijo que por el proceso electoral, salvo “alguna provocación”, no se debería llamar a un paro nacional en 2019.
Esta central obrera, junto con la versión que comanda Pablo Micheli, es parte de la multisectorial que promueve las protestas, que tendrá esta semana su segunda jornada en la provincia de Santa fe. Ante esta, la dirigencia aclaró que no descartan un paro en todo el país, pero quieren que tenga “el mayor consenso posible”.
Desde la central recordaron que en medio de la crisis económica, una actividad de este tipo “genera pérdidas a los trabajadores”, que deben ser evaluadas. Además, remarcaron como positivo que se vaya generando un espacio para la protesta popular, y alertaron sobre un posible quiebre social: “esperemos que no lleguemos a tanto, pero lo que estamos viendo es que todo conduce en esa dirección”.
Luego de los dichos de Hugo Moyano, que en declaraciones radiales sostuvo que “en los próximos meses se va a ir a un paro general”, desde la CTA de los Trabajadores aclararon la postura de la central y su titular, el también diputado nacional Hugo Yasky, que había pedido que no se hagan este tipo de protestas en el año electoral. “El paro siempre es motivo de análisis, lo importante es que haya mucho consenso”, destacó Pedro Wasiejko, secretario Adjunto de esa CTA.
En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente aseguró que este tipo de movidas “no puede ser un problema para los trabajadores, porque en momentos que se incrementan las tarifas, se reducen los salarios, aumenta el transporte, cierran fábricas, un paro también implica pérdidas”.
Para Wasiejko hacer un paro “debe ser una decisión muy meditada, muy consensuada, y que tiene que producir un efecto en el tejido social, pensando que logre algo permanente, un cambio de la política económica por ejemplo, no puede ser solamente un paro de protesta, para eso tenemos estas marchas, cacerolazos y movilizaciones populares”.
En diciembre pasado, el líder de la CTA de los Trabajadores había dicho “en 2019 no se deberían hacer paros”, por el proceso electoral que se abre. “Salvo que tuviéramos una provocación grave hay que evitar hacer paros en el año electoral”, sostuvo. Luego de los dichos de Moyano, estas declaraciones parecían enfrentadas. Por eso Wasiejko aclaró que “no creo que la intención de Yasky fue decir que no hay que hacer paro, en todo caso interpreto que el paro hay que construirlo con un alto nivel de consenso y además que tenga un efecto concreto”.
La semana pasada, luego de la jornada de protesta frente al Congreso, no solo se habló de un paro, sino que se dijo que podría ser en breve. Como le dijo a Gestión Sindical Gustavo Arreseygor, de las 62 organizaciones Peronistas que lidera Horacio Valdez, esa posibilidad “está bastante avanzada”. “Lo que se está evaluando es hacer un paro general, para los próximos meses, incluso ya se habló de hacerlo en febrero y marzo”, sostuvo.
“Hay que tener en cuenta que este es un año electoral, que las provincias votarán pronto”, dijo al respecto Wasiejko. En cuanto al proceso que se inicia, pidió a los dirigentes opositores “moverse con mucha responsabilidad”. “Quienes queremos un cambio en la política económica dentro del marco democrático tenemos que priorizar un gran frente político, gremial, social y cultural que en octubre obtenga un resultado contundente,”, remarcó el dirigente del neumático, que además es titular de la Federación de Trabajadores de la Energía, Industria, Servicios y Afines (FeTIA).
En este sentido, pidió no apresurarse en el tema candidaturas: “todos los espacios van a querer protagonizar, pero lo importante es priorizar el armado del frente. Después siempre hay tiempo para discutir el perfil de la Argentina que queremos”.
Por otra parte, Wasiejko hizo un balance de la jornada del jueves pasado, que continuará esta semana en Santa Fe, con actos en la capital provincial y la localidad de Rosario. “Es positivo que empiece a verse una gran movilización, que se canaliza en estas marcha de antorchas los jueves y los cacerolazos que se están convocando para los viernes.
Empieza a verse una fuerte movida de rechazo y repudio a los tarifazos del gobierno de Macri”, sostuvo el dirigente, que remarcó que el malestar social se puede ver además cuando el presidente va a algún lugar del país, y la gente “lo repudia, porque no aguanta más el nivel de los precios, el deterioro del salario, que afecta a la familia trabajadora”. En este punto, en la primera marcha algunos dirigentes hablaron de una inminente “situación de quiebre social”, por el efecto de las políticas del oficialismo.
“Esperemos que no lleguemos a tanto, pero lo que estamos viendo es que todo conduce en esa dirección”, dijo. Como ejemplo, recordó que en el sector del neumático, en estos días cerró la planta de Imperial Cord, dejando a cientos de despedidos en la localidad de Gualeguaychú. “Ahí trabajaban 140 personas, y en febrero van a quedar8 empleados haciendo tareas de mantenimiento, una empresa que fabricaba neumáticos para motos, la única del país, pero la falta de protección de la industria nacional por parte del gobierno de Macri termina con esta decisión.
En el interior del país genera un cráter social”, agregó. Otro sector muy complejo es el automotriz, que según las estimaciones está trabajando al 40 por ciento de su capacidad.
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