RP.- ¿Cree que luego de lo ocurrido con el dólar deben reabrir la paritaria?

El compromiso inicial era abrir la paritaria en diciembre, el gobierno nos convocó a finales de marzo, pero nosotros rechazamos la propuesta del 15 por ciento porque sabíamos que ese acuerdo era temerario ya que sabíamos que teníamos razón a la hora de pensar la inflación por encima de número. Ellos quisieron imponer un techo a los salarios, respondiendo a un modelo estructural, no había que ser muy genio. Fuimos muy claros en nuestro rechazo, aunque somos un gremio chico y no alcanzó para que seamos mayoría, porque esto profundiza la crisis de falta de personal en nuestros hospitales.

RP.- ¿En qué se basan sus reclamos?

Nuestra mirada es integral, pedimos por incrementos salariales y por mejores condiciones laborales, ya que una cosa lleva  a la otra. Necesitamos insumos, aparatología, para una atención de calidad. Por ejemplo, en la paritaria del año pasado acordamos un mejor salario y mesas técnicas que aborden estos temas, lamentablemente a lo largo de los meses no se han llevado a cabo, lo mismo que el pase a planta de muchos becarios. Gran parte de lo acordado no se cumplió.

RP.- ¿El gobierno no cerrará las paritarias hasta que termine de hacer el ajuste pautado?

No sabemos cuál es la decisión del gobierno, no lo han transparentado. Nosotros tuvimos una reunión informal donde recibieron nuestros planteos pero no nos llamaron a alguna otra reunión ni realizaron algún ofrecimiento. Tenemos entendido que cerrarían primero la paritaria docente para luego avanzar con la nuestra, el tema es que en el medio está la salud de los bonaerenses.

RP.- ¿Cómo analiza la discusión del parto respetado?

Nosotros, cuando nos referimos a que mucho personal se vuelca al sistema privado por los bajos sueldos del sistema público, también hablamos de algunas prácticas con criterios distintos. Por esto, algunas situaciones se desarrollan en función del negocio, y no del derecho al proceso natural de un parto. En este sentido, nosotros también reclamamos mejoras para que estas instancias sean realmente respetadas. Hoy, muchas veces, se comparten las camas o una parturienta descansa en una camilla.