Sus 170 trabajadores tomaron la fábrica de zapatillas de alta tecnología Bicontinentar: Deben salarios y hay alarma de cierre

Sus 170 trabajadores tomaron la fábrica de zapatillas de alta tecnología Bicontinentar: Deben salarios y hay alarma de cierre

Bicontinentar hacía calzado deportivo de alta tecnología pero últimamente había escasa producción, y los sueldos de octubre no aparecieron, lo que terminó de prender las alarmas en la planta de la localidad bonaerense de Chivilcoy. Ayer, ante la amenaza de cierre, los trabajadores en asamblea junto al gremio del calzado Uticra decidieron retener tareas y permanecer en las instalaciones.

Bicontinentar es una empresa argentina ubicada en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, especializada en la fabricación y ensamble de calzado deportivo de alta tecnología que trabajaba para grandes marcas. La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina acompañó en una asamblea a los 170 trabajadores que ven peligrar su fuente de trabajo en la fábrica.

Cuando la producción bajó sensiblemente, les adelantaron vacaciones y no pagaron los salarios de octubre, los trabajadores reclamaron explicaciones a la empresa sobre el eventual cierre y el pago de las indemnizaciones que les corresponderían pero los dueños mantuvieron el silencio.

Según explicaron a medios locales, las dos líneas que siguen funcionando abarcan poca producción y casi nada de material: «Las indemnizaciones que teníamos aseguradas en diciembre, ya cuando la empresa estaba por cerrar; se puso ese dinero apostando a que saliera una producción que se cayó, no funcionó». Iban a lanzar una línea propia de botines.

En agosto les adelantaron una semana de vacaciones, ahora otra más, sin previo aviso hasta que se regularice la situación, pero llegaron el lunes y no hubo respuestas. Ahí fue cuando se reunieron en asamblea con el gremio y decidieron la permanencia en la fábrica. El secretario general de Uticra, Juan López explicó que se iban a reunir con los empresarios junto a Maximiliano Galván, delegado de la planta: «Nos encontramos con que no hay sueldos y no hay trabajo. La realidad es que es una fábrica que deja de existir como tal», resumió.

Aparentemente, los dueños de la empresa tampoco aceptan que la falta de producción implica el cierre. Mientras tanto, hasta que no les paguen lo que les deben, los trabajadores permanecerán en la planta.

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