El trabajo doméstico remunerado sufrió un descenso del 21,6% anual en 2020, con la pérdida de 317.947 puestos de trabajo en el marco de la afectación de la pandemia, según un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
De acuerdo con el Informe sobre Trabajo Doméstico realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav, esta actividad «retrocede en el mercado, avanza en el hogar y provoca en las mujeres una situación de extrema vulnerabilidad».
En este sentido, para el cuarto trimestre de 2020 hubo cerca de 1,15 millones de personas que realizaron trabajo doméstico remunerado en casas particulares, lo cual representó una caída del 21,6% anual y la pérdida de 317.947 puestos de trabajo respecto al mismo período del año anterior.
Según el observatorio, la caída se explica porque quienes se dedicaban a esta actividad dejaron de buscar trabajo en el marco de la pandemia o lo hicieron, pero no encontraron.
En esta línea, la contracara del menor número de empleadas en hogares que contratan servicio doméstico es menos empleo remunerado y más trabajo no pago en las tareas domésticas y de cuidados, que realizan en su mayoría las mujeres.
La principal ocupación de las mujeres en la Argentina es el servicio doméstico y según la Encuesta Permanente a Hogares, esta actividad agrupó al 14,5% de las empleadas y al 20% de las asalariadas.
Asimismo, el 93,6% de las personas que trabaja en este sector son mujeres, de acuerdo con los datos de la Dirección de Economía, Igualdad y Género (Dneig, 2020).
A su vez, destacaron que el 45% de las empleadas en hogares que contratan servicio doméstico estuvieron subocupadas, esto quiere decir que casi la mitad de estas mujeres trabajó menos de 35 horas semanales y deseó trabajar más.
En este marco, desde Undav subrayaron que los efectos que trajo el retroceso de la actividad fue la pérdida de ingresos de las empleadas en hogares que contratan servicio doméstico.
Durante el cuarto trimestre de 2020, estas mujeres percibieron en promedio $10.891 por su trabajo en el mercado. El costo de la canasta básica alimentaria pasó de $16.479 en enero de 2020 a $22.681 en diciembre de ese mismo año, según el Indec.
Por otra parte, este ingreso mostró una caída en términos nominales de 3,2% respecto al tercer trimestre de 2020: un fenómeno nunca observado. En términos reales, la caída fue de 12,3% respecto al trimestre anterior y del 8,6% comparado con igual período de 2019.
En este contexto, el salario que perciben por su empleo ubica al 38% de estas trabajadoras en el decil más bajo ingresos y el hecho de que la mitad de estas trabajadoras (51,1%) son jefas de hogar y el 87% tiene niños/as a cargo muestra la situación de especial vulnerabilidad que enfrentan en la situación actual.
Asimismo, indicaron que como se trata de una actividad con un alto nivel de informalidad (69,5%), sólo el 1,5% de las personas desempleadas que antes realizaban servicios domésticos cobró un seguro por desempleo.
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