"La idea es que nadie especule y se aproveche de esta situación”, señaló Sebastián Mas, secretario general de la seccional bahiense de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Brutos (AEFIP).
Desde que el Ejecutivo Nacional decretó el “aislamiento obligatorio”, personal jerarquíco y voluntarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) salió a la calle a controlar precios y stocks de comercios, farmacias y supermercados.
“Hace varios días venimos haciendo un trabajo en conjunto con la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Producción para evitar abusos y falta de productos”, explicó Sebastián Mas, secretario general de la seccional bahiense de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Brutos (AEFIP).
Y agregó: “Básicamente nos apersonamos en los comercios y solicitamos una serie de documentación para controlar que no haya un exceso en los márgenes de venta y que no estén escondiendo stock. La idea es que nadie especule y se aproveche de esta situación”.
Obviamente, se toman los recaudos sanitarios necesarios para desarrollar la labor.
“Los primeros días arrancamos los jefes y los miembros de comisión directiva del gremio, para dar el ejemplo. Enseguida se sumó el personal de planta, por lo que no fue necesario instrumentar la obligatoriedad de la labor. Hoy por hoy el trabajo es voluntario y lo está desarrollando alrededor del 30 por ciento de la planta estable de la delegación local, ya que está exceptuado lógicamente el grupo de riesgo”.
En el dispositivo, se rota el personal, como también las zonas de control.
“En promedio, salen 15 inspectores por día, que básicamente se enfocan en farmacias, supermercados y comercios de cercanía en los barrios. También verificamos las denuncias que realiza la gente”.
Pese a que se detectaron irregularidades, hasta el momento no se produjeron clausuras.
“Tenemos la facultad de clausurar los locales en caso de detectar aumentos de precios significativos o que esconden stock, pero estamos desarrollando una estrategia de conscientización que está surtiendo efecto. Cuando detectamos un caso así, hablamos con el propietario y le explicamos los riesgos que afronta. En los dos o tres casos que hemos tenido que actuar, la reacción para corregir el error fue inmediata”.
Y añadió: “La amplia mayoría de los comerciantes bahienses han sido responsables y comprendido la situación crítica que estamos viviendo”.
Mas aclaró que por el momento sólo se controla precios y stock.
“No estamos haciendo ninguna inspección impositiva. En este contexto no sería muy apropiado exigir otras cuestiones”.
El gremio puso como condición para desarrollar esta labor es la provisión de elementos de higiene y prevención.
“Nos han entregado barbijos, guantes, alcohol en gel y antiparras, entre otras cosas, tal cual fue acordado”.
A su vez, recordó cómo debe actuar un vecino en la detección de una situación de este estilo.
“Se puede hacer la denuncia en los canales que tiene habilitado oficialmente la AFIP, la Secretaría de Comercio o los Organismos de Control del Consumidor”.
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