Se trata de Carlos Quintana, complicado con un fraude en IOMA por $2.800 millones.
Luego de las cinematográficas detenciones de Marcelo Balcedo y Juan Pablo ‘Pata' Medina, la Justicia apunta ahora hacia el jefe de UPCN bonaerense, Carlos Quintana, imputado en una causa en la que se investiga una megadefraudación en el IOMA por un monto de $2.800 millones.
Durante los ocho años de gobierno de Daniel Scioli, la obra social del Estado bonaerense fue objeto de todo tipo de anomalías: compras directas sin justificación, sobreprecio en el pago de medicamentos y prótesis que se cobraron y no se entregaban.
Existen 22 causas iniciadas tras la salida del ex candidato a presidente. En muchas de ellas está involucrado el directorio de Ioma, un órgano donde tanto UPCN, como el Suteba de Roberto Baradel, tenían vocales.
Quintana es un histórico del peronismo en La Plata. Desde hace 40 años ocupa el cargo de secretario general de UPCN. En 2005 cerró una fuerte alianza con el ex intendente Pablo Bruera que le permitió ser diputado provincial. Ese mismo acuerdo fue el que dos años más tarde le permitió a Bruera correr a Julio Alak del sillón municipal y quedarse con el poder en la capital provincial.
En el cierre de listas de junio, Bruera incluyó a Quintana en el acuerdo electoral con La Cámpora del que también participó Balcedo. En esa alianza se repartieron los cuatro lugares de la lista de diputados de Unidad Ciudadana por la Octava Sección. La nómina fue encabezada por Florencia Saintout (La Cámpora), y le siguieron Guillermo Escudero (Bruera), Susana Mariño (Balcedo) y Héctor Nieves (Quintana).
Ostentoso y con aires de bon vivant. Quintana es amante de los relojes caros y los autos último modelo (suele moverse con chofer en un Chrysler). En julio de 2011, vivió un episodio grotesco cuando intentaba abordar un barco de Buquebus con destino a Colonia, Uruguay con aproximadamente 60.000 dólares sin declarar. El sindicalista fue demorado y se abrió una investigación por supuesto contrabando de divisas.
Por esos días, su defensa fue cuanto menos impactante. "Yo me gané el loto el 22 de diciembre de 1998. Me gané 3,5 millones de dólares. Tengo derecho al esparcimiento. Los dólares eran para ir al casino de Colonia", decía el sindicalista a La Nación.
"¿Quién no se jugó alguna vez unas fichitas en el casino?", dice Quintana cada vez que alguien le recuerda aquel episodio.
Daniel Scioli, Carlos Quintana y Gabriel Bruera.
De raíces peronistas, Quintana siempre fue la llave que le permitió cerrar a Scioli el acuerdo con los estatales. Con el ex gobernador lo unió una relación cercana y su presencia en los actos naranjas era habitual. Con el kirchenrismo tuvo una relación fluida, pero no expuesta. Se sabe que el día en que Cristina Kirchenr nombró a Amado Boudou como su candidato a vice, Quintana estaba en el acto en la Rosada.
Pero, esa conducta ‘acuerdista' que mantuvo durante los ochos años de gobierno de Scioli. Complicado con la Justicia, Quintana nunca puso palos en la rueda en las negociaciones paritarias y fue el impulsor del histórico acuerdo con el sector alcanzado en 2016, y que incluía todo 2017.
Su tendencia a acordar con el poder conlleva a una pérdida en la cantidad de afiliados en UPCN, durante años considerado como el gremio más importante del sector en cantidad de afiliados. En 2016, el ministerio de Trabajo bonaerense dejó trascender algunas estadísticas que dieron cuenta de la caída del sindicato de Quintana.
Según esas cifras, ATE contaba con casi 33.000 afiliados sobre los 140.000 trabajadores estatales que revisten bajo la ley 10.430 que rige el empleo público provincial. Por su parte, UPCN rondaba 30.600, mientras mas lejos aparecían los sindicatos que conforman la Federación de Gremios Estatales y particulares de la Provincia (Fegeppba).
Comentá la nota