La mesa chica cegetista les dio la bienvenida a los miembros de Camioneros que reemplazan a Pablo Moyano. Hubo pocas menciones al dirigente renunciante y coincidencias en apelar a “la prudencia y la inteligencia” para eventuales escenarios de confrontación.
Por: Ricardo Carpena.
En una versión ampliada de 45 dirigentes, la mesa chica de la CGT les dio esta tarde la bienvenida a Hugo Moyano y Octavio Agüello, los dirigentes del Sindicato de Camioneros que reemplazan a Pablo Moyano, y ratificó su decisión de no hacer nuevos paros y de dialogar con el Gobierno.
En el encuentro, realizado en la sede de la UOCRA, se formalizó el recambio de Camioneros anunciado hace 24 horas (Hugo Moyano irá a la mesa chica y Argüello, al triunvirato de conducción) y se abrió una extensa ronda de discursos en los que, curiosamente, nadie mencionó a Pablo Moyano ni reconoció su tarea en la CGT. Ni siquiera su propio padre cuando le tocó hablar.
La primera mención fue efectuada por la secretaria adjunta de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), Verónica Espósito, quien, aprovechando que el cotitular de la CGT Héctor Daer (Sanidad) hablaba del conflicto en Aerolíneas, dijo que “no podía dejar de agradecer el apoyo contundente de un compañero que hoy no está en el triunvirato de la CGT, Pablo Moyano”.
Hugo Moyano y Octavio Argüello se incorporaron a la CGT en una reunión ampliada de su mesa chica, casi sin críticas al Gobierno
Inmediatamente, Hugo Moyano se sintió obligado a pedir hablar de nuevo: “Quiero agradecerte la mención a mi hijo. El es así de loco. Va por todo”, le dijo a Espósito. Aseguró que Pablo “va a colaborar” con la CGT y descartó fisuras internas de su gremio al señalar que “Camioneros es uno solo”. Otro dirigente que mencionó a Pablo Moyano fue Pablo Flores (empleados de AFIP), uno de sus fieles.
Un dato saliente, además, es que sólo hubo tibias críticas contra el Gobierno y coincidencias de varios dirigentes de que debe la CGT deberá apelar a “la prudencia y la inteligencia” para eventuales escenarios de confrontación con la administración libertaria.
Uno de los presentes admitió su “sorpresa” por la tolerancia de los sectores más humildes al ajuste del Gobierno y que “no se ve reacción de la ciudadanía oponiendo resistencia a las medidas de Milei”. Después de otras intervenciones similares, se le dio un respaldo a la estrategia del sector dialoguista de la CGT de comenzar negociaciones con el Gobierno sin realizar nuevas medidas de fuerza.
Sergio Romero, Rodolfo Daer, Guillermo Moser, Verónica Espósito y Julio Piumato, otros de los presentes en la reunión de la CGT
Abrió la reunión Gerardo Martínez (UOCRA), el anfitrión, que recibió oficialmente a Moyano y Argüello entre apelaciones a la unidad de la CGT, mientras que Héctor Daer hizo un resumen de las batallas contra el gobierno de Javier Milei y llamó a “no perder lo ganado históricamente”.
Luego fue el turno del líder de Camioneros, que presentó a Argüello como representante de su sindicato en el triunvirato de la CGT y luego hizo una sugestiva referencia al senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay con más de USD 200.000 sin declarar: “Parece que volvimos a la Banelco”, afirmó al aludir al caso de los sobornos en el Senado durante el gobierno de la Alianza.
Unos 45 dirigentes participaron de la reunión de la mesa chica de la CGT en la que se sumaron Hugo Moyano y Octavio Argüello
Si bien era una reunión de la mesa chica, a la que no van más de 10 dirigentes, en este caso se concretó una versión ampliada de la que participaron unos 45 sindicalistas. Además de Moyano, Argüello, Daer y Martínez, asistieron el otro cotitular de la CGT, Carlos Acuña (estaciones de servicios); Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Comercio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Romero (UDA), Abel Furlán (UOM), Jorge Sola (Seguros), Roberto Fernández (UTA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Rodolfo Daer (alimentación), Daniel Vila (carga y descarga), Julio Piumato (judiciales), Carlos Frigerio (cerveceros), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Argentino Geneiro (gastronómicos), entre otros.
Además, llamó la atención que cuando algunos sindicalistas pidieron que sean más frecuentes las reuniones de la CGT, Héctor Daer advirtió que prefieren la mesa chica y no convocar al Consejo Directivo porque “termina entrando cualquiera”. Se refería a la decisión de algunos gremios de enviar a dirigentes de segunda o tercera línea a los encuentros.
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