Tras el paro de la CGT, los gremios se mostraron conformes y pusieron la mira en el Congreso por el DNU y la ley ómnibus

Tras el paro de la CGT, los gremios se mostraron conformes y pusieron la mira en el Congreso por el DNU y la ley ómnibus

El balance de los sindicalistas fue positivo y se basó en la marcha masiva, pese a que la huelga tuvo un acatamiento dispar; fueron indiferentes con el recambio en la Superintendencia de Salud

 

Federico González del Solar

Los gremialistas están conformes con los resultados de su movilización. La decisión de ir a un paro general se tomó hace casi un mes, cuando los funcionarios del nuevo Gobierno todavía se acomodaban en sus oficinas, pero también cuando el DNU dictado por el presidente Javier Milei -en cuyo seno se encuentra la reforma laboral que rechazan- tenía ya unos días de vida y estaba pronto a entrar en vigencia.

La medida de fuerza se concretó este miércoles y la CGT dio una muestra de que su aparato no se oxidó en los más de cuatro años de quietud. Con todo, y más allá de la masividad de la protesta callejera, el paro laboral no tuvo la contundencia de otros. Pese a ello, los gremialistas consultados por este medio se mostraron conformes con la performance, aunque esperan que la medida de fuerza reverbere en el Congreso y presione a los legisladores opositores que se muestran más concesivos con el Gobierno.

“Satisfecho. La masividad de la participación fue impresionante”, señaló Hugo “Cachorro” Godoy, jefe de la CTA Autónoma, que adhirió a la medida de fuerza impulsada por la CGT. El también secretario de la ATE no coincide con la lectura de un paro de alcance moderado, y repara en la amplitud que la huelga ganó en otros sectores.

“No fueron solamente las estructuras organizadas tradicionales las que se movilizaron, sino que hubo mucha participación de diversos movimientos que se fueron gestando a calor de la reacción contra los alcances múltiples del decreto y del proyecto de ley”, advirtió. “Dicen que el paro fue de escasa repercusión, yo no comparto esa valoración, pero igualmente el paro estuvo en función de garantizar la movilización y ese objetivo se alcanzó largamente. En todo el país”, enfatizó Godoy.

“Todo es relativo”, agregó Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, en alusión a la potencia que tuvo el paro del miércoles. Como Godoy, no suscribió a la versión de un paro deslucido y destacó la “pluralidad” que tuvo la medida “La movilización fue heterogénea. Hubo trabajadores y miles de autoconvocados de la sociedad civil. Fue una expresión masiva y ordenada que se quiso mostrar y que el parlamento es la expresión de la política”, dijo Martínez.

La Superintendencia

Con respecto al recambio de nombres en la Superintendencia de Salud, realizado horas después de concluido el paro general y a menos de un mes de las designaciones oficiales de los funcionaros desplazados, los gremialistas consultados mostraron indiferencia, pero destacaron el nivel de “desorganización” que exhibe el Gobierno. “No hay elementos para hacer un juicio”, dijo Godoy, bajando los decibeles en la confrontación.

“Hay mucho desorden en la gobernabilidad”, confió otro jerarca sindical. “Muchos funcionarios no saben de qué se trata y vienen hacer una pasantía y la verdad es que el país está en emergencia. Los cambios en salud serán porque los que nombraron antes no sabían qué hacer”, machacó. Se refiere a Enrique Rodríguez Chiantore, por un lado, –un hombre cercano a Patricia Bullrich que ejerció como jefe de gabinete de Salud durante la gestión de Juntos por el Cambio– y a Nicolás Striglio. Fueron reemplazados por Gabriel Oriolo -proveniente del sector privado- y Claudio Stivelman.

En su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni, aseguró este miércoles que el recambio no estuvo asociado a la medida de fuerza cegetista. “No hay ningún tipo de venganza en reacción al paro, lejos estar de ser así, ni en este caso ni en ningún otro”, sostuvo.

Por su parte, los gremialistas posan su mirada en el Congreso, donde el martes, en principio, se tratará la ley ómnibus que obtuvo dictamen en las últimas horas del miércoles. “Ahora veremos cómo evolucionan sus repercusiones, particularmente dentro del Congreso. Estamos atentos al nivel del impacto que –el paro– va a tener ahí. Por lo menos espero que dejen de firmar cheques en blanco, como firmaron en la madrugada”, señaló Godoy en relación al dictamen de mayoría que el oficialismo obtuvo con el apoyo de la oposición “dialoguista”.

La velocidad con que las centrales obreras convocaron a una huelga general –45 días, fue récord– llamó la atención entre propios y extraños. El exministro de Economía Sergio Massa cuestionó: “Si a 45 días le haces un paro general, a los 90 días, ¿qué haces?” “Fue medio paro”, se atajó un jefe sindical, aludiendo a que la jornada de protesta solo duró 12 horas. “Sí, es probable”, sostuvo ante la consulta sobre la posibilidad de volver a emprender en el corto plazo una medida similar. “Si no hay cambios concretos y revisiones concretas”, advirtió.

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