En declaraciones a La Red, el dirigente del sindicato de estatales ATE aseguró que cuando escuchó a la mandataria en el acto realizado en el monumento a la batalla de la Vuelta de Obligado en San Pedro se "sintió amenazado" por la jefa de Estado.

En el día de la huelga y los piquetes de los grupos de izquierda que impidieron a millones de personas llegar a sus trabajos en la ciudad de Buenos Aires, Cristina expresó que esa medida de fuerza "no fue una huelga, ni un paro, ni siquiera un piquete; hablemos de apriete o amenaza".

"A mí no me corre nadie; mucho menos con amenazas, patoteadas o matones", continuó la Presidente y alertó: "Me voy a bancar lo que me tenga que bancar, la voluntad de los trabajadores no puede ser dominada por

nadie".

Para el nuevo aliado de Hugo Moyano en las protestas, ese tramo del discurso fue una "bravuconada", que "le tiró nafta al conflicto". Micheli dijo que le dio "mucha vergüenza" la forma en que la mandataria reaccionó y señaló que "hizo una alusión" a él y a su familia y se quejó de que lo "exponga de esa manera en público".

"Me está largando toda la jauría de fanáticos que tiene alrededor a que me anden persiguiendo", aseguró el sindicalista y además dijo que vive "en un barrio peligroso, en Remedios de Escalada en la provincia de Buenos Aires", y sostuvo que la mandataria "no puede hacer semejante barbaridad".

"La hago responsable por la seguridad no tanto mía, sino de mi familia", señaló Micheli, quien evaluó que en las palabras de la mandataria, quien se refirió a un viaje a Estados Unidos, del titular de la CTA anti-K, hay "un límite que linda con la venganza personal".

Micheli también rechazó la comparación que hizo el senador del Frente Para la Victoria Aníbal Fernández del camionero y el exjefe cegetista asesiando Augusto Timoteo Vandor. El exjefe de Gabinete rebautizó al camionero como "Augusto Timoteo Moyano" y lo acusó de "traicionar" al kirchnerismo.

De inmediato, Moyano replicó a Fernández y recordó que el metalúrgico Vandor fue asesinado de cinco balazos en su oficina de la UOM y dijo que evalurá denunciarlo por "amenazas".

En defensa de Moyano, Micheli dijo que "la comparación con Vandor, fue una sentencia de muerte para Moyano", y remarcó que "no son tiempos de guerra, son tiempos de paz".

"El Gobierno está nervioso porque perdió el control de la calle. Se va a agudizar el conflicto", prometió el dirigente sindical y reveló que el próximo martes "nos volvemos a reunir (con Moyano) y es posible que haya una gran marcha antes de fin de año".